¿Una subvaloración de lo técnico y poca experiencia en lo público?
Conozco la trayectoria y la experiencia de la Profesora Análida Rincón Patiño, reconozco la idoneidad de la Universidad de Antioquia y Universidad Nacional de Colombia, Seccional Medellín[i]. Doy fe del profesionalismo y el conocimiento que tienen las personas que laboran en el Departamento Administrativo de Planeación. Y valoro la herramienta, Kit Territorial, elaborada por el Departamento Nacional de Planeación.
Ante esta riqueza y experticia, no entiendo porque el anteproyecto del Plan de Desarrollo Municipal 2020 – 2023 tiene vacíos y considero, a manera de hipótesis, que la actual administración tiene poca experiencia de lo público y subvaloran el recorrido que tiene la Ciudad en relación con la planeación.
A manera general, el Anteproyecto del Plan de Desarrollo Municipal de Medellín, para el período 2020 – 2023, no tiene metas que evidencien el aporte en el mejoramiento en el Índice multidimensional de condiciones de vida –IMCV–, el Índice de pobreza multidimensional –IPM–, el de Incidencia de pobreza monetaria extrema –IPE– y el Coeficiente de Gini. Aunque se cuenta con indicadores y metas para los componentes, muchos de estos no tienen línea base, es decir, no se puede cuantificar el impacto de estos. Los programas no tienen indicadores de producto, no hay claridad de las responsabilidades y falta el presupuesto por Secretarías y entes descentralizados. Y no se presenta el compromiso cuantitativo con el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Tampoco muestra una articulación con los planes de desarrollo local Comunales y Corregimentales, compromiso que se establece en el Sistema Municipal de Planeación.
Plantea cinco retos: el ser humano centro y sujeto de desarrollo; por una educación para el siglo XXI; manejo del medio ambiente de manera inteligente y sostenible; desarrollo económico con enfoque territorial orientado a la CTel y el desarrollo abordado desde la sinergia entre lo estatal y lo ciudadano. Para asumirlas se propone cinco líneas estratégicas: Recuperemos lo social, Transformación educativa, Ecociudad, Valle del software, y, Gobernanza y gobernabilidad.
Solamente se destina el 0,26% del Presupuesto plurianual para jóvenes y el 0,33% para las mujeres, población muy importante, según lo presentado en los discursos de posesión. En la línea estratégica 2, Transformación educativa, no se plantea una meta para el índice de ciudades universitarias y el Programa[ii]: inglés para el valle del software no tiene presupuesto asignado.
En la línea estratégica 3, Ecociudad, se valora el compromiso por reducir los déficit cuantitativo y cualitativo de vivienda, la posibilidad de una línea de bus eléctrico al Aeropuerto José María Cordova y la promoción de otras formas de movilidad. Pero llama la atención que tampoco esta administración pagara la deuda que tenemos con las laderas de nuestra ciudad, ya que solamente destina el 0,01% al Mejoramiento Integral Barrial. En el Programa de gobierno de Daniel Quintero Calle, se planteaba un gran compromiso con los Corregimientos de la Ciudad y solamente se destina el 0,23% del Presupuesto.
Se valora el compromiso por generar alrededor de 50.000 empleos y 100.000 temporales por medio de la línea estratégica 4, Valle del software. En la línea estratégica 5, Gobernanza y gobernabilidad, se crea un programa llamado Direccionamiento jurídico público, que busca[iii] “prevenir, detectar y mitigar los errores que puedan conllevar a un acto de mala administración (…), mediante acciones uniformes de tipo preventivo y de defensa jurídica (…)” y llama la atención porque estas mismas funciones las hace la secretaría general.
La invitación es a recoger la experiencia que tiene la Ciudad y la Administración Municipal en la planeación territorial y ajustar el Plan de Desarrollo para poder así lograr la visión propuesta.