El papa Francisco en una encrucijada política

Foto: Opinión22

Pareciera que las puertas del Vaticano se abren o se cierran de acuerdo a las diferentes banderas políticas. Así lo demuestran las divergencias entre el  papa Francisco y el presidente Mauricio Macri, que son cada vez mayores, difíciles de enmendar y han dado lugar a una relación distante y meramente diplomática.

Sin embargo, si realizamos una mirada retrospectiva es posible observar que dichas divergencias comenzaron mucho antes de que Jorge Bergoglio se convirtiera en Francisco y el jefe de Gobierno en presidente.

Tal vez, el roce más  significativo fue la decepción de la Iglesia ante el aval de Macri a la ley de matrimonio igualitario. Así fue como a fines del año 2009 decidió no apelar un fallo judicial que habilitó el casamiento de la pareja conformada por Alex Freyre y José María Di Bello y eso causó un fuerte revuelo en la Iglesia.

Aunque días después, Macri y Bergoglio sostuvieron una reunión en la que intentaron reconciliar posiciones, fuentes allegadas revelan que  no hubo acercamiento ni acuerdo, ya que, ambos mantuvieron posturas irreconciliables. Por otro lado, fuentes cercanas al cardenal Bergoglio comentaron que nunca habían visto al arzobispo tan furioso como en los días posteriores a que Mauricio hiciera pública su decisión de no apelar el fallo que declaró inconstitucionales los artículos del Código Civil que regulan el matrimonio. Según esas fuentes, a Bergoglio no sólo lo molestó el fondo de la cuestión, sino no haber sido advertido sobre la posición que el Gobierno porteño iba a adoptar.

Y además del enfrentamiento con el Arzobispado, su decisión provocó un profundo malestar y críticas dentro de las filas del partido Cambiemos que son más católicas y un poco conservadoras.

Por otro parte, en su defensa Mauricio argumentó «Yo soy católico, pero en este caso me corresponde representar a toda la ciudadanía y le expresé [al cardenal Bergoglio] que esto tenía que ver con una convicción personal en la defensa de las libertades individuales”, dijo al Diario LA NACION.

Luego, la  tensión entre ambos volvió a aumentar en septiembre de 2012, cuando el gobierno porteño decidió reglamentar el protocolo habilitante para los abortos no punibles en el ámbito de la Ciudad. Y de acuerdo, con la resolución se pedirá una declaración jurada o denuncia policial en los casos de violación; los menores y personas con discapacidad tendrán que informar a sus padres y se pondrá como límite 12 semanas de gestación para el procedimiento.

Y hoy nos encontramos en pleno debate en el Congreso acerca de la despenalización del aborto lo cual ha generado muchas polémicas en diferentes ámbitos. La posición que mantiene la Iglesia es que hay vida desde el momento de la concepción, por eso se lo acusa de ser un hombre que no tiene principios éticos ni morales.

Por otro lado, sugieren que es necesario mantener un diálogo abierto y sin agresiones sobre el aborto, y son partidarios del paradigma de la prevención alegando que es necesario informar a los jóvenes sobre la concepción y los métodos anticonceptivos, para no llegar a la instancia del aborto.

La posición de la Iglesia es un tanto paradójica  y podríamos decir que se jugó la última carta con el discurso de la concientización y del diálogo democrático, ya que no es posible olvidar que desde hace tiempo, se resiste y manifiesta cierta renuencia a que se dicte en las escuelas educación sexual integral. Alegando que la misma se reduce a la genitalidad, promoviendo así la falta de control, la promiscuidad y eventualmente la violencia sexual.

También expresaron su preocupación ante la propuesta de garantizar el acceso a métodos modernos anticonceptivos y de planificación familiar, ya que rompe con algunas cuestiones éticas, entre las que destacaron el hecho de que se vulnera la protección de la vida del no nacido y que esto expone a los jóvenes a riesgos físicos, psicológicos, morales y espirituales, pues alientan al libertinaje sexual, la irresponsabilidad y el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

Por otra parte, si bien Mauricio Macri se mostró en contra del proyecto de ley para legalizarlo, decidió permitir que el tema se debatiera en el Congreso, luego de la masiva marcha en la Plaza de Mayo por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, en la Ciudad de Buenos Aires, el 12 febrero.

Las posturas dentro del propio oficialismo son repartidas, por lo que el presidente dará libertad a los legisladores del partido cambiemos para que voten de acuerdo con sus convicciones.

Como reflexión final es importante que recordemos que tanto la Iglesia como el Estado constituyen estructuras de poder  que se rigen por discursos aparentemente democráticos, pero a veces como sujetos quedamos presos y atrapados dentro de las instituciones y sus ideologías. En este sentido el Filósofo francés Foucault (1975) afirma: “el poder no es algo que se adquiera, arranque o comparta, algo que se conserve o se deje escapar; el poder se ejerce a partir de innumerables puntos, y en el juego de relaciones móviles y no igualitarias (p.90)

Somos sujetos de derechos por lo cual debemos ejercerlos y luchar por ellos cualquiera sea el ámbito y clase social a la que pertenezcamos y no permitir la represión y abusos de poder. El poder es ejercido por cada uno y somos nosotros quienes se los otorgamos  a los gobernadores e incluso a los curas. Nietzsche (1895) afirma:

El idealista, como el cura, tiene en su mano (¡y no sólo en la mano!) todos los grandes conceptos: con desprecio bonachón los usa contra el «intelecto», los «sentidos», los honores, el buen vivir, la ciencia; ve tales cosas por debajo de sí, como fuerzas nocivas y descarriadoras, sobre las cuales se cierne el «espíritu» en su pura mismidad.(p.100)

Carolina Andrea Lázaro

Actualmente estoy cursando cuarto año de la Licenciatura de Psicología en la Universidad del Aconcagua.
Me apasiona la literatura y me gustaría poder opinar sobre temas actuales que se relacionen con mi carrera universitaria, adoptando una posición crítica, pero fundamentada en saberes académicos.