No habíamos presenciado alguna colectividad más oportunista que la del partido de la U. Al parecer, plantea la posibilidad de apoyar la candidatura de Iván Duque en la contienda presidencial. Lo que resulta totalmente nauseabundo para el bienestar de la democracia colombiana. ¿Cómo es posible que el partido que auspició todos los desaciertos de Santos, ahora plantee la posibilidad de adherir la candidatura de su férreo opositor? El cinismo, sin duda, se ha tomado los cimientos más sagrados de la decencia política. La falta de coherencia y congruencia es, sinceramente, visceral. Hemos insistido en reiteradas ocasiones que, el dinamismo político es una justificación infundada a favor de los politiqueros; aquellos que sin ideología y disciplina alguna, se pasean por diversas colectividades en busca de contratos, puestos, beneficios y utilidades personales.
No es posible que una colectividad del régimen central, pretenda ahora, de manera oportunista, apoyar la candidatura de un hombre que representa la esperanza para retomar el rumbo del bienestar y de la prosperidad nacional. Es una desvergüenza que personas como Miguel Amín Escaf, Eduardo Pulgar, John Moisés Besaile Fayad, José David Name y Juan Felipe Lemos Uribe, por mencionar algunos, pretendan hacer parte de la campaña uribista a la presidencia, luego de que aquellos fueron férreos defensores y patrocinadores de la gestión funesta del Gobierno Nacional.
En la política debe haber consecuencia, por ello, es menester que el Centro Democrático en cabeza de su candidato oficial, Iván Duque, rechace de plano dicha pretensión politiquera. No es prudente aceptar el apoyo de personas adeptas al régimen, ya que ello constituye una afrenta en contra del electorado colombiano. Los casi 4 millones de colombianos que depositaron la confianza en Duque el pasado domingo, cuentan con grandiosas expectativas que, no merecen ser defraudadas por actos de conveniencia particular. Además, considero que el triunfo del uribismo este año será inminente, por tanto, no es necesario aceptar el ‘ofrecimiento’ de sujetos ajenos a la confianza democrática.
Es una conducta distanciada del decoro, escuchar por parte de un sector determinado del partido de la U, dizque correspondencia con la candidatura de Duque. El cuento no se lo creen ni ellos mismos, porque muchos no olvidamos las declaraciones de dicho sector en contra del Centro Democrático, por abanderar una acertada oposición en temas ejecutados por el Gobierno Nacional, tales como el acuerdo de paz, las reformas tributarias, la JEP, entre otros desmadres administrativos.
Tengamos presente que, los que se quieren adherir a la campaña, en su momento apoyaron firmemente los errores políticos del régimen, entonces, ¿Por qué ahora desean apoyar a quienes se opusieron a estos? ¿Cuál conveniencia? ¿Cuál sinvergüenzada? ¡Sean serios, carajo, y, respeten a los colombianos!