El 9 de enero de 2025 quedó marcado como un día histórico para Venezuela. La dictadura de Nicolás Maduro evidenció su fragilidad cuando, en un intento desesperado por mantener el control, secuestró violentamente a María Corina Machado, líder indiscutible de la oposición y símbolo de la esperanza para millones de venezolanos. Este acto de venganza, que culminó con su liberación horas después debido a la presión nacional e internacional, ha destapado las profundas grietas de un régimen que tambalea frente a un pueblo decidido a recuperar su libertad.
El secuestro de María Corina Machado fue un golpe directo a la resistencia democrática, pero también demostró que la estructura represiva del régimen no es invulnerable. Machado, quien lideraba multitudinarias protestas a nivel nacional, haciendo presencia en Caracas y reapareciendo tras meses en la clandestinidad a razón del hostigamiento del régimen, reafirmaba en su discurso: “Hoy cobramos nuestra victoria del 28 de julio, porque Venezuela merece ser libre”. La respuesta del régimen fue brutal: sometimiento en las calles, detenciones arbitrarias y un saldo de heridos que incluye a uno de los motorizados de su equipo. Sin embargo, su posterior liberación podría exponer la pugna interna del régimen y su temor a cruzar límites que desatarían consecuencias irreversibles.
El peso de las actas y el liderazgo de Edmundo González
Uno de los mayores y más notables triunfos ha sido la presentación de las actas de votación ante la comunidad internacional, documentos que confirman la victoria de Edmundo González como el legítimo presidente de Venezuela con alrededor de 7,4 millones de votos (7’443.584, siendo más exactos) contra los casi 3,4 millones (3’385.155) de Nicolás Maduro. Esto, constituye un 85.18% de las actas escrutadas. Dichas pruebas, respaldadas por diversos observadores internacionales, evidencian el fraude electoral que Maduro busca perpetuar.
Edmundo González, convertido ahora en símbolo del anhelado cambio, emitió un mensaje cargado de optimismo: “La verdad nos respalda y juntos lograremos construir la Venezuela que todos soñamos”. Su liderazgo, sumándole el apoyo de la comunidad internacional, representa una luz en medio de la oscuridad que ha cubierto al país durante décadas.
El 10 de enero: juramentación y resistencia
Hoy, 10 de enero de 2025, el régimen de Maduro pretende escenificar una juramentación que carece de legitimidad. La asistencia de aliados internacionales ha sido mínima, y la mayoría de los gobiernos democráticos han rechazado su reelección por considerarla fraudulenta. Este acto no es más que una muestra del aislamiento político del régimen, que disiente con la creciente fuerza de la oposición producto del amplio respaldo que ha recibido por parte de los venezolanos y de distintos gobiernos a nivel mundial.
La oposición, fortalecida por las movilizaciones del día de ayer y el apoyo internacional, se prepara para intensificar su lucha. El deseo de que Edmundo González sea reconocido oficialmente como presidente legítimo mantiene vivas las expectativas de millones. Hoy no es solo un día de resistencia, sino también una oportunidad para enviar un mensaje claro: el cambio es inevitable y la dictadura debe caer.
Reacciones internacionales: un frente común contra la dictadura
Las acciones del régimen de Maduro han generado una ola de condenas internacionales. Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, expresó su respaldo absoluto a la causa venezolana y afirmó: “El pueblo venezolano tiene en nosotros un aliado inquebrantable. La libertad triunfará”. Asimismo, lideres de Europa y América Latina se pronunciaron en contra de las acciones represivas del chavismo, incluso figuras como el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien señaló:
“Yo soy una persona de izquierda y desde la izquierda política les digo: el gobierno de Nicolás Maduro es una dictadura y tenemos que hacer todos los esfuerzos internacionales para que se restablezca la ley, la democracia, todos los esfuerzos para que el pueblo de Venezuela tenga el derecho a decidir su propio destino. Es la postura del gobierno de Chile que hemos defendido desde un principio y en la que nos mantendremos. Así que hago un llamado a la libertad de los presos políticos que en este momento están siendo perseguidos en Venezuela”.
– Gabriel Boric.
En contraste, el silencio cobarde de figuras como nuestro mandatario, Gustavo Petro, ha sido duramente criticado. Su ambigüedad frente a los atropellos del régimen y los vínculos simbólicos entre su movimiento político y el chavismo generan dudas sobre su compromiso con la democracia. Venezuela necesita aliados firmes, no cómplices silenciosos.
Por su parte, la tiranía ha intensificado su retórica. Diosdado Cabello amenazó a siete (7) expresidentes latinoamericanos que manifestaron su apoyo a Edmundo González, calificándolos de “delincuentes”, anunciando la distribución de carteles de “SE BUSCA” con sus rostros y declarándolos personas con calificación non grata en Venezuela. Adicional, se encuentra la decisión de cerrar temporalmente la frontera con Colombia, medida anunciada por Freddy Bernal, Gobernador del Estado de Táchira, debido a una supuesta “conspiración internacional para perturbar la paz de los venezolanos y en especial de esta zona de frontera”, lo que pone en evidencia la paranoia del régimen frente a un entorno internacional cada vez menos tolerante con su dictadura.
María Corina: un mensaje de esperanza
Tras su liberación, María Corina Machado lanzó un mensaje que ha encendido la llama de la esperanza en el pueblo venezolano:
“Venezolanos, ¡Hoy, el Bravo Pueblo demostró cómo se VENCE al miedo!
Nunca me he sentido tan orgullosa de ser venezolana.
¡Gracias, gracias, a todos los ciudadanos que salieron a las calles a reivindicar nuestra victoria del 28 de julio y a COBRARLA!”
– María Corina Machado.
Sus palabras, acompañadas de una inquebrantable determinación, son un recordatorio de que la justa recién empieza.
El 9 de enero marcó un hito en la lucha por la libertad de Venezuela. La exposición de las actas de votación, la movilización masiva y la firmeza frente a la sumisión son señales de que el cambio ocurrirá pronto. La verdadera batalla comienza ahora.
A los venezolanos les decimos: su coraje y tenacidad son ejemplo para el mundo. No están solos. Cada paso que dan hacia la libertad fortalece las expectativas de un mejor futuro. Hoy más que nunca, el grito de “¡GLORIA AL BRAVO PUEBLO!” resuena con fuerza. La historia está de su lado y juntos construirán una Venezuela libre y soberana.
La versión original de esta columna apareció por primera vez en nuestro medio aliado El Bastión.
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