¡El negocio! Por la mora en la justicia

Uno, dos, y hasta tres millones de pesos, según la clase social del propietario del predio que cae en desgracia, por culpa de un contrato de arrendamiento; me refiero al estrato social (2, 3 y hasta cuatro), porque los más altos son mucho más el dinero que tienen que desembolsar, claro está que, ellos tienen los medios para hacer que la justicia avance mucho más pronta. 

Este es el precio que los hampones, vividores, exigen para desocupar un predio arrendado y  que han utilizado por más de 15 meses sin pagar los cánones correspondientes ni servicios públicos; y todo porque los juzgados son paquidérmicos, se demoran hasta dos años en dictar sentencia de restitución, y los vividores delincuentes lo saben. 

¿Qué tiene que hacer un propietario para recuperar su inmueble, y no perder más dinero (cánones-servicios públicos-remodelación del inmueble)’, porque estos hampones se dan a la tarea de destruir el inmueble antes de entregarlo; después de ver que no avanza el proceso, que muchas veces  se le están destruyendo su único patrimonio, y que la cuenta de los servicios públicos dejados de pagar cada vez se hace más gravosa; tiene que aceptar el chantaje de sus vividores. Estos facinerosos lo saben, y saben actuar. 

Prueba de lo dicho son los miles de procesos de restitución de inmueble arrendado que se inician y abandonan en los juzgados, a nivel nacional; sencillamente porque los demandantes se cansan de esperar a que los juzgados dicten sentencia de restitución, y en su desespero tienen que “arreglar” con sus verdugos. Esto es fácil de comprobar, no es  sino mirar las estadísticas en los juzgados. 

A esto se viene enfrentando cada día el grueso de los colombianos, que se les niega el acceso oportuno a la justicia. 

Tomarse la ley por propia mano, la otra alternativa; en Colombia hay miles de procesos penales por este delito, las estadísticas judiciales así lo demuestran, el desespero de los dolientes no da para más, a eso obliga la ineptitud del aparato judicial de nuestro país; los que tienen el dinero para dejasen chantajear lo hacen, y así evitarse todo este viacrucis de acudir a la justicia ordinaria para recuperar su inmueble arrendado. Por desgracia, así no se tenga ese dinero, muchos propietarios lo consiguen prestado para poder recuperar su inmueble; y esto lo tienen claro éstos vividores, delincuentes que se dedican a esto, de ahí sus exigencias económicas para entregar el inmueble. La creación de otra modalidad de actividad ilícita. 

Mientras que los llamados a ejercer la justicia social, no cambien su postura de indiferencia frente a esta problemática o se dé de una vez por todas, la reforma a la justicia que tanto hemos esperado, vamos a tener que acostumbrarnos a otro modo operandi de los delincuentes, al chantaje para recuperar lo que es de uno, su patrimonio;  y a los que quieran arrendar un inmueble, lo piensen dos veces.  

Luis Armando Coy

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