El Lado Oscuro del Matoneo: La Indiferencia de los Espectadores

La indiferencia de las personas que presencian situaciones desafortunadas puede aumentar el daño. La presencia de individuos sensatos que identifiquen el acoso y puedan intervenir puede marcar la diferencia para un desenlace favorable de la víctima. Depende de cada persona que actúe de manera equitativa evitar que la cultura del acoso prolifere y que podamos ser una sociedad más humanizada.


En días pasados, causó revuelo nacional un caso de acoso hacia una médica que realizaba su formación de posgrado en Bogotá, Colombia. Dado que la medicina es una actividad eminentemente social, es improbable que el acoso sistemático al que fue sometida la colega haya pasado desapercibido. Surge entonces la pregunta: ¿por qué, si hay testigos, las personas prefieren guardar silencio?

Un fenómeno bien conocido que puede explicar la indiferencia y la complicidad por omisión en este caso es el «efecto espectador». Este fenómeno se manifiesta en actitudes como «¿a mí qué me importa?» o «mejor hacemos como si no viéramos nada para no perjudicarnos». Esta conducta se caracteriza por el hecho de que las personas son menos propensas a ayudar a alguien en problemas cuando hay más personas presentes.

En 1964, Kitty Genovese fue asesinada en un caso que permitió profundizar en el concepto del efecto espectador. Mientras caminaba por una de las calles de Queens, Nueva York, rumbo a su casa después de una jornada laboral, fue atacada y apuñalada más de 38 veces. La investigación mostró que hubo decenas de testigos, pero nadie intervino para evitar el trágico desenlace. Se descubrió que la presencia de múltiples testigos disminuye la probabilidad de que alguien intervenga, ya que cada individuo asume que otro tomará la iniciativa.

Entre las explicaciones del fenómeno espectador se encuentra la posibilidad de que un individuo asuma que no tiene la responsabilidad de intervenir cuando, en su opinión, otros pueden hacerlo. También pueden pensar que otros presentes en la agresión podrían intervenir mejor, o considerar que la no intervención se debe a que la mayoría está haciendo lo correcto, como en el caso del linchamiento y ajusticiamiento de la víctima.

Otra explicación relacionada es la falta de empatía en estas situaciones. La empatía es una termino que se menciona con frecuencia, pero a pesar de ser supuestamente comprendido, las personas no la practican. La empatía es una cualidad muy importante en nuestra participación como ciudadanos de una civilización que ha progresado de manera fascinante. Para el personal de la salud, la empatía es crucial para lograr una buena relación con nuestros pacientes. En las facultades de medicina se debe enseñar la relevancia de la empatía, ya que esta nos ayuda a tener mayor satisfacción en la práctica médica, que de por sí es estresante. Además, nos permitirá tener compasión y respeto hacia nuestros colegas.

Los seres humanos no debemos ser indiferentes ante el maltrato. El efecto espectador nos muestra cómo puede suceder y, al saber que existe, tenemos la obligación como ciudadanos de intervenir. Permitir el acoso y el maltrato solo revela cuánto más debemos esforzarnos para alcanzar un nivel donde el altruismo y la solidaridad mitiguen el sufrimiento, creando así un entorno más humanizado.

Luis Rafael Moscote-Salazar

Medico Neurocirujano
Consejo Latinoamericano de Neurointensivismo (CLaNi), Colombia
neuroclani.org

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