En Buenos Aires, al fiscal Alberto Nisman lo encontraron en el baño de su apartamento con un balazo en la cabeza. A lado del cadáver, una pistola del calibre 22 y un casquillo de bala. El ovillo del cable fino de la justicia se pierde por el laberinto de la duda, donde han sido liquidados abogados, donde se acribillan a fiscales y donde tantos jueces han sido borrados del mapa.
La ley tiene su precio, el del silencio o el del coraje. La justicia es un gigantesco minotauro capaz de arrollar a justos, a inocentes y a víctimas. La legalidad habita en los pasillos que ocultan el lento lenguaje de los códigos de la justicia, la burocracia es una enfermedad sin cura que transforma los remedios legales en trucos a punta de papeleos interminables.
Nisman iba a comparecer ante el jurado para declarar acerca del asunto del atentado con un coche bomba en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina, acaecido el 18 de Julio de 1994 y que mató a 85 personas. Nisman había denunciado a la presidenta argentina Cristina Fernandez y a unos cuantos de sus colaboradores, por disfrazar la inocencia de los terroristas. ¿Asesinato? ¿Suicidio?
Son hechos que nos llevan a recuerdos aterradores: el del asesinato del ministro de Justicia colombiano Rodrigo Lara Bonilla en Abril del 84, o el de la muerte del abogado siciliano Paolo Borsellino, en el verano del 92. Son largas listas de hombres y mujeres que defendieron la ley y que murieron bajo el peso de la violencia, que a la vez ampara dilatados inventarios de jueces, abogados, fiscales y jurados que se dejaron llevar por el brillo de la corrupción.
Nos quedan aquellos personajes soñadores que se quedaron en el cine, para creer que la justicia es útil y que sirve para algo. Abogados idealistas, fiscales íntegros, jueces justos y jurados comprensivos que han sabido llevar a la gran pantalla, un granito de ley y equidad.
He aquí un corto catálogo:
Película: “Veredicto final” (1982) Sidney Lumet
Personaje: Frank Galvin (Paul Newman), un abogado sumergido en su fracaso personal y en una quiebra profesional imparable. Sobrevive deambulando por los bares para saciar su alcoholismo y se cuela en los velorios para intentar arrancar algún caso fácil de llevar.
Caso: Reabrir un viejo proceso sobre un fatal error médico que dejó en estado vegetativo a una joven. Los propietarios del hospital denunciado abre una guerra mediática de acoso, soborno y derribo contra Galvin. El laberíntico juicio, cargado de pruebas falsas y de mentiras y de perjurios expuestos por el gabinete de abogados contratado por el hospital, no logran hundir a un abogado quijotesco que lucha por demostrar la grave negligencia realizada por dos médicos y conseguir una fuerte indemnización a favor de su cliente.
Película: “Matar a un ruiseñor” (1962) Robert Mulligan. Basada en la novela de Harper Lee.
Personaje: Atticus Finch (Gregory Peck), padre de Jem y Scout, viudo, y abogado rural que vive en la Alabama racista golpeada por la crisis. Attickus es un humanista calmo que no duda en enseñar a sus hijos el poder de la tolerancia y la fuerza del respeto a los semejantes.
Caso: Defender a un hombre de raza negra acusado de violación. A pesar de la claridad de su inocencia, de la falta de pruebas y de los solemnes parlamentos en defensa de la igualdad, Attickus debe enfrentarse ante una población resentida por la pobreza, por el racismo y por el odio a la bondad.
Película: “En el nombre del padre” (1993) Jim Sheridan.
Personaje: Gareth Peirce (Emma Thompson). Abogada londinense que en la actualidad lleva el caso de Julian Assange. Una mujer muy comprometida en procesos relacionados con el aborto y el terrorismo.
Caso: “Los cuatro de Guildford”. Una bomba estalla en un pub de la localidad de Guildford, muriendo un civil y cuatro militares. La policía británica detiene, tortura, somete a un juicio amañado y encarcela a 7 personas acusadas de terroristas.
Gareth Pierce descubre unos informes que evidencian inexactitudes en declaraciones y desvela un juicio completamente corrompido. Se reabre el caso para defender a los acusados, gracias a su insistencia y con el objetivo de dar la cara contra la falta de honestidad que reina en la policía y en los tribunales británicos en la lincha contra el terrorismo.
Película: “12 hombres sin piedad” (1957) Sidney Lumet
Personaje: El Jurado 8 (Henry Fonda). Se sabe que es arquitecto, de Nueva York, y que forma parte de un jurado en un proceso de asesinato.
Caso: Un adolescente es acusado de asesinar a su padre. Un jurado de 12 personas deben decidir su destino. 11 votan que es culpable. El número 8 se enfrenta al resto planteando el derecho de la duda razonable. Entre los otros miembros surge el discurso racista, el resentimiento o diversos problemas personales que desembocan en una mala decisión final.
Película: “Anatomía de un asesinato” (1959) Otto Preminger
Personaje: Paul Biegler (James Stewart), vive prácticamente retirado de su profesión. Su pasión es la pesca. Vive solo en una casa rodeado de libros de derecho y de truchas de río.
Caso: Un militar es acusado de homicidio por matar al presunto violador de su esposa.
La fiscalía utiliza todo tipo de trampas para enmarañar a la defensa, pero Biegler es un abogado que trabaja con un método muy particular que choca constantemente contra la ambigüedad de un acusado que no para de mentir y una esposa con un pasado turbulento.
Película: “Llamad a cualquier puerta” (1949) Nicholas Ray.
Personaje: Andrew Morton (Humphrey Bogart), es un abogado de ideas liberales,
Caso: Defender a un delincuente Nick Romano, con una extensa carrera criminal, acusado de matar a un policía. Estalla un juicio preñado de comentarios aprensivos y un duro debate sobre la aplicación de la pena de muerte. Morton es un islote liberal que resiste el acoso de una Norteamérica conservadora, atrapada en plena caza de brujas y que abre un frente para acabar con los indeseables de la calle.
Película: “Impulso criminal” (1959) Richard Fleicher
Personaje: Johnathan Wilk (Orson Welles),
Caso: Nathan Leopold Jr. y Richard Loeb son dos jóvenes que cometen un crimen para demostrar su superioridad intelectual. Wilk se encarga de la defensa de estos dos chicos de familia rica para evitar la pena capital. Otro perfil de abogado defensor íntegro, que a pesar de sentir una profunda repulsión por el crimen, defiende a sus acusados para que no sean condenados a muerte. Los soliloquios aperturistas de Wilk son el preludio de un nuevo sueño americano que llegará con la administración Kennedy.
Película: “¿Vencedores o vencidos?” (1961) Stanley Kramer.
Personaje: Dan Haywood (Spencer Tracy), un juez retirado estadounidense. De un carácter afable, sereno y que cae sobre él una pesada responsabilidad judicial.
Caso: 1947, Nuremberg, útero de las celebraciones mas importantes del nacionalsocialismo, se convierte en la capital donde se lleva a juicio a los jerarcas supervivientes del partido nazi.
El tribunal aliado debe dictaminar sentencia a la actuación de 24 jueces nazis durante el III Reich. Hayworth busca un sentido del porqué los jueces alemanes de pasados brillantes, cayeron bajo el influjo de Hitler y convertirse en ejecutores de las nuevas leyes nazis, aprobadas en Nuremberg en 1935.
Película: “Testigo de cargo” (1957) Billy Wilder adaptación de la novela de Agatha Christie
Personaje: Sir Wilfrid Roberts (Charles Laughton), un abogado cínico, solitario, con una salud delicada y de una integridad absoluta, que vive encerrado en su enorme biblioteca que guarda los mejores libros de leyes.
Caso: Un hombre es acusado de asesinato, pero en el transcurso de la exposición de testigos todo parece indicar que la inocencia del acusado es un hecho. El proceso es un enredo de falsas pistas, de testigos que juegan con ocultar la verdad y un abogado defensor que se debate entre lo correcto y la mascarada judicial.
Película: “Ciudad sin piedad” (1961) Gottfried Reinhardt
Personaje: Mayor Steve Garrett (kirk Douglas), un militar que arrastra el agotamiento de una guerra y que mantiene limpia su moral en el respeto de la ley, que debe ser igual para todos.
Caso: Cuatro soldados del ejercito estadounidense son acusados de violar a una joven en un pueblo alemán. El juicio militar se empapa de miserias humanas, de indiferencia popular, de envidias y beatería iracunda. la culpabilidad de los cuatro militares es evidente, pero la fragilidad de la joven víctima una oportunidad para destrozarla en el juicio. Garrett, abogado defensor de los cuatro soldados, se enfrenta a una dura prueba moral y judicial.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://alponiente.com/wp-content/uploads/2014/12/Manel.jpg[/author_image] [author_info]Manel Dalmau Etxalar Nacido en un pequeño pueblo del pirineo catalán cuyo nombre es La Pobla de Segur. Adoptado en la ciudad de Medellín en 1998, paisa chivado desde Enero del 2010. Periodista, documentalista, historiador, dinamizador cultural y onanista compulsivo. Forma parte del equipo de la casa Museo otraparte desde el año 2010. El “NO” de su gorra es un adverbio positivo y un morfema ácrata. Es un “NO” a la intolerancia, al desajuste social, al abuso, es una invitación para que todo aquel que lo lea, se invente su propio NO. Es un yonqui de la tertúlia y un borracho de silencios. Intenta soñar. [/author_info] [/author]
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