“la presidencia de Petro, en todos los temas ha evocado recetas viejas para responder a los retos y problemas que enfrentamos como sociedad. Su habilidad radica en hacer parecer nuevo algo viejo, ha logrado poner de moda y a hablar a todos, sobre ideas de hace más de 40 años.”.
Este es un gobierno de símbolos, por eso Gustavo Petro su primera orden fue la de traer la espada de Bolívar, es tan así, que se le quiebra la voz, debe ser porque le recordaba a su juventud como guerrillero del M-19, donde soñaban con lograr el poder, en ese momento de manera errónea a través de la violencia y las armas.
Varias décadas después logra ser presidente de la República de Colombia y ya se cumplen 100 días de su mandato y si existiera una palabra que pudiera definir su gobierno sería retro. Según el diccionario, retro significa que imita o evoca el gusto o la moda de un tiempo anticuado.
Y precisamente eso ha hecho la presidencia de Petro, en todos los temas ha evocado recetas viejas para responder a los retos y problemas que enfrentamos como sociedad. Su habilidad radica en hacer parecer nuevo algo viejo, ha logrado poner de moda y a hablar a todos, sobre ideas de hace más de 40 años.
Escuchar a Petro es ver a un joven universitario de la década de los 80, quien creía firmemente: en la doctrina económica de la CEPAL, en la integración latinoamericana para hacerle frente al imperio yankee, en bloquear las importaciones para impulsar solamente la industria nacional, en darle mayor presupuesto (vía impuestos) al gobierno para solucionar la desigualdad , en que estamos mal porque los españoles nos conquistaron o en que volcarse a desarrollar el campo es la forma de ser potencia mundial.
Esta retórica la ha llevado a nivel internacional, en su intervención ante la ONU señaló que USA es el principal culpable del problema de la algo que ya habían dicho otros, pero que para la galería que lo apoyo, suena como la idea más novedosa del mundo, y no hay que dejar de lado que con su discurso del cambio climático y acabemos la exploración petrolera, también llega tarde, porque los países lo último que están pensando es en cómo acabar el petróleo (por la invasión de Rusia a Ucrania).
La realidad es que el mundo cambió, y todas estas ideas románticas (trasnochadas), han probado ser equivocadas y han resultado en grandes descalabros. Tenemos varios espejos para mirarnos, Argentina es un ejemplo, llevan décadas implementando estas fórmulas y solo han obtenido atraso y pobreza.
A pesar de esto, son muchos los que andan fascinados con el proyecto de Petro, incluso se ven jóvenes defendiendo este ideario de antaño, que está con el populismo y simbolismo que sabe emplear muy bien el mandatario.
Pareciera que por el momento no hay mucho por hacer, porque como en las fiestas ellos son los que colocan la música. Ojalá nos despertemos y le exijamos a este gobierno de viejitos nostálgicos, que abran los ojos, y que olviden el pasado.
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