El detonador

ALDUMAR FORERO ORJUELA

“El gobierno Petro está llevando a la economía colombiana a un punto insostenible que será la excusa para intervenir la vida de los colombianos a través de decretos y leyes arbitrarias. El detonador para la gran crisis que se avecina es la destrucción de la economía”


Cuando se trata de noticias económicas en Colombia no se puede ser portador que de malas y/o pésimas noticias. El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas – DANE – publicó las cifras del PBI para el primer trimestre de 2024 en donde se evidenció que el país creció el 0,7% anual. Esa es una cifra malísima, es un crecimiento débil, paupérrimo y que demuestra que la economía nacional está estancada.

El registro del PBI desde el IV trimestre de 2022 ha estado decreciendo, hasta el punto en que en el III trimestre de 2023 hubo un crecimiento negativo del 0,7% y desde esa fecha hasta la actualidad el crecimiento trimestral no ha superado siquiera el 1%. La conclusión no puede ser distinta a que en el país la economía se encuentra estancada y con un grave peligro de entrar en recesión – ya hay algunos sectores en recesión toda vez que llevan tres o más trimestres con crecimientos negativos, ejemplo, inversión –.

Gráfica 1:

Elaboración propia con base a datos del DANE.

Si se revisa el crecimiento del primer trimestre desde 2022, se puede concluir con base a la información suministrada que el primer trimestre de 2024 ha sido el peor de los últimos tres años, pasando de 8,2% en 2022; 2,7% en 2023 a 0,7% en 2024. Varias lecturas se dan con estos tres datos.

En primer lugar, el crecimiento en el I/Tri/2022 se debió a un “efecto rebote” después de la pandemia, es decir, la economía creció a ese ritmo no por la dinámica propia de crecimiento sino por la reactivación de los sectores. En segundo lugar, el crecimiento en el I/Tri/2023 fue menor pero tuvo una tasa cercana al 3% que ha sido el crecimiento promedio del país. Y en último lugar, el crecimiento del I/Tri/2024 fue de tan solo el 0,7%. Dato preocupante toda vez que los registros muestran que en 2009 – crisis financiera mundial – el crecimiento fue del 0,15 y en el 2020 – inicio de la pandemia – el crecimiento fue del 0,5%. Estos fueron escenarios EXÓGENOS que afectaron la economía del país pero para 2024 los detonantes del bajo crecimiento son evidentemente ENDÓGENOS.

El agravante del débil crecimiento para el primer trimestre de 2024 son los crecimientos negativos de varios sectores de la economía que son determinantes en el agregado, por ejemplo, sectores como el de la minería que fue del -1,5%; el de las manufacturas en -5,5; el comercio en -0,8%; comunicaciones en -1,6%; sector financiero -3,0% y actividades profesionales en -0,2%. No solamente son datos catastróficos, sino que evidencian que estos sectores no le aportan al crecimiento y se está generando desempleo, pérdidas de ganancias, inversión, capital y por lo tanto esto tiene efectos en la calidad de vida de la población.

Sectores como el de agricultura tuvo un crecimiento aceptable con 5,5%, es bueno pero la economía colombiana no solo es campo y actividades agrícolas. El gobierno muestra este dato como un éxito pero se equivocan grandemente. Un sector como el rural no es sostenible en su crecimiento si este no está acompañado del crecimiento en el sector manufacturero para que las materias primas sean transformadas y en el crecimiento del comercio para que se puedan vender los productos. Si la tendencia sigue a la baja, el sector del campo tendrá fuertes caídas en los próximos trimestres.

Gráfico 2:

Elaboración propia con base a datos del DANE. 

El sector que más crece además del de agricultura y Act. Artísticas es el Sector Estatal, es decir, la burocracia y el establecimiento. En este sentido, cuando crece el sector público obligatoriamente decrece el sector privado como efectivamente evidencian las cifras. Como el actual gobierno le gusta solucionarlo todo desde el estado, desde el III trimestre de 2023 lo han robustecido, esto es, han creado nuevos ministerios, consejerías, contratistas, entre otros.

Es grave este panorama, porque el sector público cuando “crece” esta significando que hay más personas “trabajando” en las entidades estatales y la dinámica de la realidad nos dice que si aumenta el empleo en el estado hay desempleo en el sector privado. Así las cosas, un país donde su crecimiento se explica por la alta burocracia mientras del otro lado se pierden empleos, ganancias, capital, inversiones y confianza es INSOSTENIBLE. El único “sector” que debe decrecer es el sector estatal, si este es negativo, sectores de la economía privado crecerán con más fuerza, menos desempleo y mayores y mejores condiciones de vida.

Si no hay sector privado no puede haber sector público, es así de concreto. Si los sectores que más le pueden aportar al crecimiento de la economía colombiana como el de manufacturas y el de comercio por ejemplo no crecen simplemente el estado no puede funcionar, o que el gobierno le explique a la opinión pública cómo financiará todos sus programas socialistas si no es a través del crecimiento del sector privado. Luego bajo este análisis, si el gobierno sigue con sus discursos de odio, miedo, lucha de clases y estigmatización de quienes crean riqueza no habrá recursos y los programas los financiarán con deuda – impuesto futuro – o con emisión monetaria – impuesto inflacionario – que traerá como consecuencia el aumento en los índices de pobreza y miseria.

En el mismo sentido, el DANE publicó la cifra del Índice de Seguimiento Económico – ISE – para marzo de 2024. Este dato es grave, el resultado arrojó la cifra de -1,5% lo cual significa que la evolución de la actividad económica es baja, a un ritmo negativo lo cual representa graves afectaciones en la calidad de vida de los colombianos.

El ISE para Colombia muestra el estancamiento de la economía desde agosto de 2022, es decir, desde el inicio del gobierno del presidente Petro. Esto es importante y significativo porque los mensajes gubernamentales asustan el mercado y ahuyenta las inversiones. El país se ha vuelto más propenso a la desaceleración por el miedo y el terror a las decisiones que se anuncian todos los días a través de X o desde los interiores del palacio presidencial. La economía del país no aguanta tantas amenazas, la hoja de ruta no es clara pero con señales peligrosas de intervencionismo y control estatal.

Gráfica 3:

Elaboración propia con base a datos del DANE.

Por último, un cálculo sobre el saldo de depósitos de la Tesorería Nacional en el Banco de la República que hizo “Investigaciones Económicas y Análisis de Mercados del Banco de Bogotá” muestra que la caja del país cuenta con tan solo $3 billones mientras que el análisis demuestra que a la fecha el país debería tener en promedio $34 billones de caja.

En otras palabras, Colombia NO tiene caja para financiar proyectos y programas gubernamentales. Sin embargo, el Banco de Bogotá recalca que el gobierno en gastos de funcionamiento – burocracia – creció un 22% anual mientras el recaudo tan solo el 4%. Claramente el desbalance es abismal.

El gobierno NO tiene liquidez, es decir, no tiene recursos lo cual esto advierte una situación gravísima para las finanzas de la nación. El problema radica que el gobierno al no tener recursos terminará yendo hacia la emisión monetaria generando inflación. Esto sería un problema para este gobierno ya que los individuos NO les gusta la inflación y para enfrentarla se tomarán decisiones de política económica que agravaría la situación social del país.

Para “controlar” esa inflación el gobierno tendría que FIJAR el tipo de cambio lo que desencadenaría una pérdida de reservas – esto está en los libros – y como a los “progres” no les gusta perder reservas para “resolverlo” impondrán CONTROLES de capitales, esto es, que impiden que los colombianos decidan en qué moneda ahorrar y por lo tanto esto sería un atentado contra la libertad individual.

Gráfico 4:

La economía va mal, mientras el estado crece y crece, el sector privado cae estrepitosamente. En varios sectores de la economía hay recesión y el gobierno no incentiva el crecimiento ni mucho menos lo garantiza. Parece ser que el objetivo es que el país llegue a una situación tal que el gobierno Petro tome decisiones económicas a través de decretos.

En Colombia, mientras el sector productico – el que verdaderamente genera riqueza y progreso – se desploma, el sector estatal – el de la burocracia y la corrupción – se sigue abotargando. Colombia debe tener claro que, el enemigo número uno del país, es el avance inmisericorde del socialismo, no tienen otro objetivo que empobrecer la nación para imponer las políticas intervencionistas.

Qué bueno sería que quienes están en el poder – gobierno y oposición – salieran a las calles y escucharán a los colombianos que se quejan de que no tienen sino para sobrevivir. La situación está en un punto insoportable que puede llegar a ser insostenible y en este caso creo que es a lo que quiere llegar el gobierno Petro. Quieren instaurar una dictadura socialista peor que la cubana o la venezolana y el detonador será el quiebre de la economía colombiana.


Todas las columnas del autor en este enlace:  Aldumar Forero Orjuela

Aldumar Forero Orjuela

Joven oriundo de Bogotá D.C. Nacido en 1998, de familia conservadora, se ha adherido a las ideas del liberalismo que aboga por el respeto a la vida, la libertad y la propiedad como los valores más importantes de una sociedad.

Economista de la Universidad de La Salle. Con diplomados en cultura democrática y juventud constructora de paz.

Ha sido columnista en varios medios digitales de opinión y actualmente es columnista en Al Poniente.

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