Cada semana surge un nuevo escándalo, cada día una nueva sorpresa, el presidente, el gobierno, sus ministros, distintos cuestionamientos frente a lo que ha sido la gestión a lo largo de estos ya casi dos años; ese cambio que nos prometieron a los colombianos, es un cambio que pareciera llevarnos al retroceso, hemos vuelto a tener la violencia, la inseguridad y el control territorial por parte de grupos armados que teníamos hace más de 30 años en todo el territorio nacional.
Anhelamos un gobierno democrático, o mejor, los gobiernos democráticos que con críticas y errores, siempre permitieron la participación de todos los sectores; aquí pareciera que se impone hoy desde la fuerza, que se impone la terquedad, que se impone también la vanidad dentro del gobierno y no se acepta la crítica y mucho menos la construcción a través de la diferencia, eso claramente, hace parte de nuestra democracia.
Pero todo esto parece que le cuesta al gobierno su gobernabilidad y también el prestigio dentro de la opinión de los colombianos; escándalos cercanos a la Casa de Nariño, escándalos familiares, escándalos en el círculo cerrado del Presidente de la República y los superministros, o el director del Dapre, o Laura Sarabia, o todas estas personas que están alrededor del gobierno desde su entraña misma. Escándalos sobre posibles chuzadas a Magistrados en el territorio nacional a través de la Dirección Nacional de Inteligencia, el remesón de casi 7 ministros en este momento que se están dando los cambios y a cuenta gotas se va confirmando uno a uno quienes deben salir de sus cargos y quiénes van a ocupar nuevas posiciones, adicionalmente todo lo que sucede relacionado con la violencia de las FARC y de las disidencias de las FARC en el el Sur del país, lamentablemente en el valle del cauca y en zonas muy cercanas a Cali, como Jamundí y en el norte del cauca, donde se han registrado hechos violentos que ponen en vilo a la población colombiana.
Las reformas que se hundieron en el Congreso de la República, un sitio que prácticamente fue el hogar natural de Gustavo Petro durante más de 20 años, mientras fue Representante a la Cámara y Senador de la República, dan muestra también de que estas reformas, que se han intentado imponer por parte de los Ministros y del presidente, a través de decretos presidenciales, como sucedió con la Reforma Laboral o con la misma Reforma a la salud, la cual pretenden pasar a la fuerza por vias de hecho. Lógicamente, todo este tipo de acciones o acontecimientos, le cuestan al presidente un enorme valor en su opinión, donde ya pudimos observar como en la última encuesta, aparece con una enrme desaprobación superior al 62% en todo el país.
Todo lo anterior, quiere decir, ni más ni menos, que nos gobierna la improvisación, que nos gobierna la soberbia, que nos gobierna el personalismo y la imposición, cuánto anhelamos un gobierno democrático, un gobierno que defienda las instituciones, un gobierno que cuide la Constitución Política, un gobierno donde nuestros héroes de la patria, soldados y policías que cuidan la honra, bienes y vida de los colombianos, sean el eje central de la protección y sean también, lo más querido por parte de todos los ciudadanos.
Que lástima que el cambio hacia donde nos quiere llevar este gobierno, sea lo que estamos viendo hoy los colombianos y por eso necesitamos cada vez más sentimiento patriótico, más sentimiento de ciudadanía y más sentimiento crítico, para que el próximo gobierno, sea un gobierno democrático, de unidad y que nos permita reconciliar a todos los colombianos en nuestro país.
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