“El Derecho es más Precioso que la Paz” expresó el Presidente Woodrow Wilson en su célebre discurso. Solo la entrada en la Primera Guerra de los Estados Unidos de América, hizo que ese congelamiento de avances y retiradas: El Marne, El Somme, Verdún, Gallípoli, en una guerra de trincheras, se decidiera, y las democracias triunfaran sobre las botas militares.
“Navíos de todas clases, cualesquiera que fuesen su bandera, su carácter, su cargamento, su destino y su misión, han sido hundidos sin piedad, sin previo aviso y sin previsión alguna de ayuda o de socorro a sus tripulantes, lo mismo si eran neutrales que si pertenecían a los beligerantes. Incluso barcos hospitales y barcos que llevaban socorros para el pueblo belga tan cruelmente despojado y herido, a pesar de que tenían estos últimos un salvoconducto del propio Gobierno alemán para atravesar la zona prohibida y de que se podían distinguir por marcas inconfundibles su identidad, han sido hundidos con la misma falta absoluta de compasión y de principios.(…) Está comprometida la paz del mundo y la libertad de sus pueblos, y la amenaza a esa paz y a esta libertad radica en la existencia de gobiernos autocráticos apoyados en fuerzas organizadas que dirigen totalmente a su arbitrio y no por la voluntad de sus pueblos. (…) Hay que hacer que el mundo sea seguro para la democracia. (…) El derecho es más precioso que la paz y hemos de combatir por las cosas que han estado siempre más cerca de nuestros corazones; por la democracia, por los derechos de los que se someten a la autoridad para tener voz en su propio Gobierno, por los derechos y libertades de las naciones pequeñas, por un reinado universal del derecho en un concierto de pueblos libres, que devuelva la paz y la seguridad a todas las naciones y haga al mundo mismo libre al fin.” (Winston Churchill; La Crisis Mundial 1911-1918. Su Historia Definitiva de la Primera Guerra Mundial; DEBOLSILLO; 1 Edición en Colombia Noviembre del 2014; Pag. 815)
Estos fueron apartes del discurso del Presidente de los Estados Unidos al Congreso el 2 de abril de 1917 solicitando que se declarara la guerra a Alemania ante la injusticia y el derecho, al decidir atacar injustamente a Bélgica para así pasar y someter a Francia; al no respetar los buques mercantes y hospitales; al amenazar la paz mundial y a la democracia. Alemania había decidido desatar sin reato alguno su arma más mortífera: sus submarinos para destrozar y atemorizar a sus contrincantes (Inglaterra y Francia), de manera que rápidamente pudiese terminar la Primera Guerra Mundial.
“El Derecho es más Precioso que la Paz” expresó el Presidente Woodrow Wilson en su célebre discurso. Solo la entrada en la Primera Guerra de los Estados Unidos de América, hizo que ese congelamiento de avances y retiradas: El Marne, El Somme, Verdún, Gallípoli, en una guerra de trincheras, se decidiera, y las democracias triunfaran sobre las botas militares.
“El Derecho es más Precioso que la Paz” habrá que decir, entonces, una y otra vez en el Concejo de Medellín para no permitir que se aprueben las transferencias que pide insistentemente el alcalde de la ciudad para exprimir la caja de las Empresas Públicas de Medellín, pues ya este voraz alcalde no se ha contentado, como sus antecesores, con “ordeñarle” el 55 % de las utilidades de nuestra empresa insigne. Ahora a decidido quitarle el 80 % de las utilidades como se expresa en el Informe de Ponencia que firmaron siete concejales en forma irresponsable e incauta.
“El Derecho es más Precioso que la Paz” y obliga a nuestras conciencias a levantar nuestra voz a pesar de que delicados oídos confundan nuestra energía, nuestra preocupación, con sonidos que sus “castos oídos” prefieren para que bajo el silencio y las sombras se cometan los grandes estropicios que minan el orgullo de un pueblo que se niega a ser arrastrado en los estercoleros de la corrupción.
“El Derecho es más Precioso que la Paz” hace e incita a las masas de ciudadanos a que dejen sus oficinas, comercios, empresas, hogares, universidades, ocupaciones, y acompañen a estas voces que tiene que hacerse oir para no permitir que destrocen a nuestras Empresas Públicas de Medellín.
“El Derecho es más Precioso que la Paz” obliga a que Medellín se sacuda de su parsimonia y como pueblo enseñe a sus dirigentes, líderes, voceros, que la voz del Pueblo es la Voz de Dios, y que estas masas en su sentido común son más sabias que las elucubraciones atolondradas de los voceros de las cifras engañosas.
Pueblo de Medellín, lo invito a que acompañe al Concejo de la Ciudad este lunes 26 de junio a las 8,00 am en el Recinto de la Democracia, para que evitemos, todos juntos, la masacre que se ha desatado por este infame gobierno, y los atolondrados concejales de la coalición y otros, contra nuestras Empresas Públicas de Medellín, porque: “El Derecho es más Precioso que la Paz.”
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