Cuando empezó el primer debate en Teleantioquia decía mentalmente «Olmedo por qué no te quedaste en Jardín». A medida que avanzaba el debate fui tragándome las ocho palabras y a su vez enganchando al discurso del candidato. López señalaba con criticismo los puntos que el fajardismo no tocó en cuatro años de gobierno departamental y que incluso, osa por continuar y en aquel mismo plató estaba su contrincante, que como chiste mal contado, empezó sus intervenciones con una frase original de su titiritero.
Olmedo tiene razón en varias cosas y en el debate fue muy claro el enfoque de su campaña. Cada vez iba quedando prensado a lo que comunicaba desde su sencillez dateada que se convertía en veneno sin antídoto. Para todos tenía sopa y seco. Pero hay que decir que detrás de Antioquia tiene corazón tiene que haber un eslogan que prometa más, que venda más casi que al igual que sus críticas.
Comparto lo que dijo el candidato cuando habló sobre la inversión de este gobierno en la educación, ha sido valiosa es verdad, pero ¿los hospitales qué? El fajardismo habla de dignidad en los espacios, pero cómo hablar de ella cuando se es atendido en clínicas privadas… En los municipios los centros de salud apenas sobreviven, sus deudas y carencias siguen aumentando al igual que sus asistentes, pero para qué esto, si ser educado es estar aliviado (?).
En este mismo debate, daba pesar ver a Federico Restrepo hablando de una continuidad que no promete mejorías y que a decir verdad, no deja claro lo novedoso o ese valor agregado, porque si se va a gobernar sobre la plantilla hecha, los lemas ya están redactados, los discursos pulidos, los bluyines planchados y las camisas colgadas.
El uribismo por su parte tocó el tema de los escenarios deportivos en los municipios. Otro que va a dar qué hablar si es que gana, cuando empiece a construir miniestadios olímpicos en los territorios. Sin embargo, el candidato del Polo seguía firme en la renovación e incluso en una parte del debate llegó a valorar positivamente la estrategia de Sergio Fajardo pero como todo y todos, también pensamos en mejorías. Todo lo que sea posible para que no gane el leviatán de Pérez.
Antioquia tiene corazón y no alcanzó a ser la más educada. El debate continuaba y pensaba en la posibilidad de alianzas. El señor de la UP que sólo hablaba del ferrocarril y de la importancia de este mismo, si traería 100 votos es mucho pero cuentan, pensaba en el Olmedo dándole esa renovación que Federico se niega a expresar. La importancia de las alianzas es qué tan llamativas podrían quedar las propuestas, pues de nada sirve adherirse a alguien si se quiere ser sumiso. El tema de cuidar lo que ha hecho Fajardo debe ir más allá de decir las mismas frases que la Gerencia de Comunicaciones hizo para él, pero en la vida real se resume en Parques Educativos, que más que un proyecto parece una caja de cereal para el ego del gobernador y poder decir «hicimos algo y digno».
Concluyo con la importancia de darle gobernadores al departamento que vienen de territorios. En los últimos años, el escritorio ha sido ocupado por medellinenses, tan de mente cerrada como el valle que rodea la ciudad misma. Lo montañeros nos debe dar para más, incluso no llegar al cinismo de hablar de equidad y de campañas en helicópteros a territorios. A los candidatos les falta untarse de pueblo, de carretera.
Antioquia tiene corazón, tal vez no es la más educada y proponen continuar para tal vez llegar a serlo, pero lo que sí sabemos es que también ha sido comprada por el de la vajilla de oro de Epm, por el gestor de las «grandes obras» de Medellín, por el más limpio y dizque pulcro de los candidatos. Ah y a Pérez no lo mencioné dentro de la dinámica del debate, porque no se tomó el trabajo de asistir, seguro estaba «pensando en grande».
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