El Cristo de la Suprema

“el Cristo de la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia simboliza esperanza, resistencia y dignidad de la majestad de la Justicia. Y aunque su distinción como bien de interés nacional pudiera resultar en tensión con la laicidad del Estado, vale precisar que no implica apología a una religión, sino que es un homenaje a la memoria y un recordatorio de lo que marcó nuestra historia y no podemos repetir de nuevo.”


La semana pasada, por segunda vez en el año, tuve la fortuna de visitar las Altas Cortes y el Congreso de la República. En el recorrido, no solamente aprendimos asuntos técnicos de todas estas corporaciones, sino que también tuvimos la dicha de sumergirnos en aspectos históricos de cada una de ellas. Entre esas, la que más me llamó la atención fue el trasegar del Cristo de la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia, que procederé a contar brevemente en esta columna.

Para nadie es un secreto que el siglo pasado Colombia vivió varios momentos siniestros y oscuros que hacían que se dudara de la seguridad y la fortaleza del Estado colombiano. Uno de esos sucesos fue la toma del Palacio de Justicia, llevada a cabo por el grupo guerrillero “M-19” los días 6 y 7 de noviembre de 1985, que terminó, desafortunadamente, con la vida de cientos de personas en el país, entre ellos, Magistrados y personal del Palacio de Justicia. Y quien fue testigo de ello, fue justamente el crucifijo que había sido colocado en la sala de audiencias en el año de 1983. Debido a las llamas el crucifijo resultó con quemazones de aproximadamente el 60% de la totalidad de la escultura.

Mientras el Palacio ardía en llamas, el Magistrado Hernando Baquero lo rescató de los escombros, en un acto que para mí y cientos de colombianos significa esperanza, resistencia y dignidad de la majestad de la justicia.

Con este contexto histórico tan interesante, que nos hace volver a repensar en la no repetición de aquellos actos, el Ministerio de Cultura, en el año 2022, expidió la Resolución 0401, por medio del cual declaró al Cristo como Bien de Interés Cultural Nacional y, con esta decisión, se convirtió en el primer bien mueble en recibir dicha distinción.

Claramente, el asunto podría reñir con la Constitución, pues como bien saben, Colombia, por fortuna, es un país laico. No obstante lo anterior, con este reconocimiento el Ministerio no está haciendo apología a una religión en particular, sino que rememora unos hechos para que la sociedad colombiana conozca que no debe repetir.

En síntesis, el Cristo de la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia simboliza esperanza, resistencia y dignidad de la majestad de la Justicia. Y aunque su distinción como bien de interés nacional pudiera resultar en tensión con la laicidad del Estado, vale precisar que no implica per se apología a una religión, sino de un homenaje a la memoria y un recordatorio de lo que marcó nuestra historia y no podemos repetir de nuevo.

Allan Arias Palacios

Estudiante de Derecho de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro fundador del Grupo de Estudios Constitucionales. Columnista en Al Poniente y en el Blog de la Revista Derecho del Estado, de la Universidad Externado de Colombia. Participante del Modelo Congreso Estudiantil Universitario llevado a cabo en el Congreso de la República, donde pude quedar entre los 10 mejores senadores. Mis pasiones son el liderazgo, la política, la escritura, el futbol y mi país.

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