Por: María Camila Martínez Ramírez
El aborto en algunas sociedades sigue siendo un tabú del que no se quiere discutir, cuando se platica de ello no se trata de promoverlo como un método anticonceptivo sino de una realidad que afecta a miles de mujeres y que pone en riesgo su salud practicándose este procedimiento en sitios ilegales, se podría evaluar que un total de 132.000 mujeres sufren complicaciones debido al aborto inducido y practicado en lugares clandestinos. En Colombia el aborto solo está aprobado en tres casos en la legislación colombiana, a través de la Sentencia C-355 de la Corte Constitucional, que son: i. malformación fetal incompatible con la vida, ii. violación o inseminación artificial no consentida y iii. riesgo para la vida o la salud de la mujer.
El tema no se ha mostrado a plena luz, aún son muchos los aspectos sensibles al hablar de la interrupción del embarazo, pues el tema tiene tanto de perspectiva de derechos como de moralidad que genera emociones, contradicciones y muchas dudas, sobre todo en la mujer que es finalmente quien toma la decisión. A pesar de que existe la sentencia C-355 desde 2006, al menos el 99% de los abortos suceden en lugares clandestinos, en manos de personas no capacitadas, en condiciones inseguras, que generan complicaciones y tienen consecuencias que afectan a la salud de la mujer (Bacanika, 2015).
Un tema central para la discusión del aborto es la laicidad, el Estado debe legislar para todos y todas con políticas públicas que respondan a las realidades, a la defensa y el ejercicio de la separación de la sociedad civil y la religión, ya sean las tradiciones y creencias de cada persona, este debate sobre la legalización del aborto en América latina aun genera mucha controversia ya que somos un recinto o una fortaleza muy fuerte para la iglesia católica en el mundo. Nosotras no apoyamos el aborto, defendemos el derecho de las mujeres a decidir sobre su reproducción, y en este sentido lo que los Estados deben hacer es separar sus creencias religiosas de su obligación de asegurar el bienestar de toda la población”. (El Tiempo, 2018)
Una de las situaciones donde se da la decisión del aborto es el embarazo no deseado, aquí se podría plantear cuál sería la mejor forma en la que un gobierno reduce su tasa de abortos, esto es, asegurando el acceso a métodos anticonceptivos, garantizando una mejor educación sexual en las escuelas y poniendo en marcha programas que asistan a las mujeres que han sido víctimas de violencia sexual; lastimosamente estas tres estrategias hacen parte de la agenda de aquellos grupos conservadores que están en contra de la legalización del aborto, esas mismas organizaciones buscan el control de la libertad reproductiva de las mujeres. (El Tiempo, 2018)
El movimiento a favor del aborto después del rechazo a la legalización de este en Argentina, y la movilización de las mujeres en todo el mundo es prueba fehaciente de que las sociedades están demandando sus derechos y esa lucha está aquí para quedarse” (El Tiempo, 2018). El aborto debe verse como un bien social, aun así, reconociendo las diferentes miradas que tiene la sociedad con respecto a este, se critica mucho la posición de diferentes personas con respecto a la posición de la iglesia o la oposición de aquellos que están a favor de la vida, este tema no debería estar influenciado por las creencias religiosas o personales sino por la necesidad de las mujeres y la de políticas públicas. El aborto debe tomarse como motivos de salud pública y de dignidad de las mujer.
Bibliografía
Bacanika. (4 de JUNIO de 2015). BACANIKA. Obtenido de BACANIKA: https://www.bacanika.com/cultura/tendencias/item/el-aborto-mas-que-un-tabu.html
Scielo. (9 de enero de 2018). SCIELO. Obtenido de SCIELO: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1886-58872018000200004
vivas, J. (17 de octubre de 2018). EL TIEMPO. Obtenido de EL TIEMPO: https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/la-legalizacion-del-aborto-va-mas-alla-de-un-tema-religioso-282290