Edipo y el Consejo de Ministros

“Este fue un consejo de ministros donde nosotros fuimos Edipo: presenciando el horror, frustrándonos y, finalmente, apagando el televisor. ”


 Después de ver la sesión del consejo de Ministros, me sentí asqueado. No creo ser el único. La mayoría de colombianos que queremos a este país nos sorprendimos con lo que acabábamos de ver : un rifirrafe uno tras otro entre el propio Presidente Gustavo Petro y sus ministros del Gobierno. Creo que, por primera vez, el país vio su realidad política, sin guiones ni bonitas gráficas que pocos entienden. Entre las denuncias de corrupción y la solicitud de funcionarios del gobierno requiriendo la salida de Armando Benedetti y Laura Sarabia, me sorprendió la actitud del presidente Gustavo Petro. Manifestó que no era de izquierda e incluso cuestionó cuánto apoyo, en realidad, le habían dado para llegar a ser presidente. Califico de sectarios a los funcionarios de su propio Gobierno, nombrados por el mismo, los cuales  hacían duras denuncias,  incluso llegando a las lágrimas y con la voz quebrada.

Todo esto me recuerda a la historia de Edipo Rey y como Focoault lo explicaba: la búsqueda por una verdad fragmentada, que, al verse descubierta en su magnitud por parte del rey  Edipo, este decide al no saber tolerar su frustración y presenciar el horror, quitarse su propia vista.

Esta es la verdadera Colombia, donde la magnitud de nuestros horrores trasciende en las voces de los ministros e incluso del propio presidente.  Donde los líderes sociales denuncian públicamente frente a alcaldes, gobernadores y entidades del estado graves hechos, y lo que reciben es la crítica por parte del funcionario que debe defender sus derechos, los horrores entonces trascienden a este tipo de magnitudes.

Pero una de las frases que escuche  aquella noche era esa “locura y magia” de la que hablaba el presidente Gustavo Petro el cual gesticulaba con sus manos al hacer está expresión, como si estuviera contando billetes. Sin embargo, si trasladamos esa locura y magia a la forma en la que se hace política en las regiones más pobres de Colombia, comprendemos el como se financian las campañas presidenciales. Es verdad que, en muchas regiones del país, no importa la ideología, si no el morral que este bien cargado de billetes para comprar el voto. Este fue un consejo de ministros donde nosotros fuimos Edipo: presenciando el horror, frustrándonos y, finalmente, apagando el televisor.

Entre el desconcierto, puedo decir que la única frase que se queda  en mi cabeza en estos momentos, que resuma lo sucedido aquella noche en dicho consejo de Ministros,  la cual advierto no es una de Gabriel García Márquez o cien años de soledad, de hecho tuvimos varias alegorías e interpretaciones de su obra por parte del presidente, es la siguiente dicha por Mario Moreno “ Cantinflas”:

“Estamos peor, pero estamos mejor. Porque antes estábamos bien, pero era mentira. No como ahora que estamos mal, pero es verdad”.

Julián Enrique Beltrán Méndez

Estudiante egresado de derecho y gestor cultural acreditado por el Ministerio de las Culturas, ha liderado proyectos sociales y culturales de gran impacto en Sucre. Fundador del laboratorio Crea Tu Historia y promotor del primer Comité de Cultura Política y Veeduría Juvenil en Ovejas, impulsó alianzas con Bellas Artes y ESAP, beneficiando a jóvenes con becas y formación en liderazgo. Escritor galardonado, coautor de Cartas al Olvido.

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  • No ví sino un fragmento del Consejo de Ministros, luego de leer esta columna haré el esfuerzo por verlo en su totalidad. Pero, aún con este vacío, me atrevo decir, coincidiendo con algunos, que este Consejo de Ministros fue un interesante ensayo Democrático que permitió poner de cara a la comunidad a los que manejan el gobierno incluyendo al presidente, se mostró a los altos funcionarios como seres humanos y se puso al desnudo si están haciendo las cosas bien, que debilidades tienen, si realmente están cumpliendo con sus responsabilidades misionales, si están realmente acompañando al presidente en los grandes compromisos que el gobierno del cambio tiene con el pueblo y la sociedad.
    Históricamente no conozco antecedentes de este tipo de ejercicios pues los gobiernos de derecha todo lo hacen a espaldas del pueblo: políticas represivas, decisiones económicas que afectan a las mayorías, reformas lesivas y antipopulares, etcétera. Hablar de lo que no se ha hecho por negligencia, las fallas, errores, incapacidades para cumplir con los compromisos, se necesita ser un verdadero demócrata. No conozco una sola nota de la prensa tradicional que se refiera en buenos términos a la gestión del Presidente Petro.
    La gran prensa y la ultraderecha siempre crucificarán a Roy Barrera y Benedetti porque abandonaron sus filas y no se lo van a perdonar nunca. Pero si éstos dos señores deciden volver a sus toldas, dejan de ser corruptos.