Lo que parecía una iniciativa novedosa proveniente del ex alcalde Joaquín Lavín de Las Condes, centrada en una mayor integración social, se ha convertido finalmente en una pesadilla para muchas familias. Prometía que a través de la construcción de un edificio, permitiría que sectores sociales postergados históricamente pudieran acceder a una vivienda digna y tan cómoda como cualquier otra del sector, pero no fue así.
Lo señalo a partir de lo que han tenido que soportar muchos vecinos ante múltiples fallas en la construcción del Edificio Rotonda Atenas, que van desde ventanas que no cierran, pisos levantados, ascensores en mal estado, fugas de gas, fallas en las conexiones eléctricas, puertas de emergencia que no funcionan, rebalse de contenedores de aguas servidas y filtraciones de agua, lo que con las actuales lluvias ha empeorado, aumentado la desesperación (1).
Lo paradójico de todo esto, por decirlo de alguna manera, es que el Edificio Rotonda Atenas se convirtió en el proyecto emblemático de Joaquín Lavín en el año 2018, ya que mostraba a un alcalde de derecha preocupado por una sociedad profundamente desigual y segregada territorialmente, y la necesidad de entregar desde el ámbito municipal una solución para muchos vecinos y vecinas de la comuna.
Fue así como Joaquín Lavín logró ganarse las felicitaciones y el reconocimiento de muchos, y que el mismo ministro de Vivienda de aquel entonces en el gobierno de Sebastián Piñera, Cristian Monckeberg, resaltó la iniciativa del alcalde como digna de ser replicada en todo Chile como política habitacional y de viviendas sociales (2).
Es cierto, que si bien la aprobación del proyecto no estuvo ajena a polémicas en un primer momento, como ocurrió con las manifestaciones de un grupo de vecinos contrarios a la construcción de este edificio, mostrando la peor cara del clasismo y de la discriminación en la comuna (3), el proyecto fue muy bien visto por los grandes medios de información y por los distintos sectores políticos.
Sin embargo, a pesar de este reconocimiento mediático y político a Joaquín Lavín, a medida que pasó el tiempo, su propuesta estrella derivó en una demora enorme para ser habitada (recién en enero de este año) e incluso la Contraloría constató pagos irregulares de obras (4), lo que puso en tela de juicio el rol de la Municipalidad de las Condes.
Sumado a lo anterior, ahora somos testigos de las evidentes fallas estructurales del edificio Rotonda Atenas, como se mencionó en un comienzo, que solo vienen a mostrar cómo una buena iniciativa terminó en un verdadero desastre del cual nadie se hace responsable, ni la empresa constructora, ni la actual alcaldesa Daniela Peñaloza ni, mucho menos, Joaquín Lavín.
En otras palabras, más que integración social, lo que ha generado el Edificio Rotonda Atenas ha sido denigración social hacia los vecinos y vecinas que creyeron en este proyecto y que pensaron que la Municipalidad de las Condes iba a estar a la altura de lo prometido en el 2018, siendo abandonados por completo en la actualidad.
En consecuencia, lo que pasa en este edificio nos muestra cómo la derecha en Chile se ha llenado la boca hablando de buena gestión todos estos años, pero en la práctica nos muestra esto, una ejecución de un proyecto lleno de fallas y demoras, y otros múltiples casos de corrupción, en donde la probidad municipal y el buen uso de los fondos públicos están completamente ausentes.
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