Ecopetrol es la empresa más importante de los colombianos. Por eso preocupa la noticia de esta semana en la que se reporta que la empresa ha tenido el mayor declive de sus títulos accionarios desde el 2012 cuando alcanzó los mayores picos tanto en la Bolsa de Valores de Colombia y en la Bolsa de Nueva York. En ese entonces, la acción de Ecopetrol en la bolsa de Nueva York se cotizaba en US$67,48 y en la Bolsa de Valores de Colombia se cotizaba a $5.850.
Hoy se reporta que las acciones en ambas bolsas han caído en más del 60%. Expertos explican que esto se debe a la mala gestión de la compañía y a los anuncios de la empresa de no incentivar más proyectos de exploración que permitan aumentar las reservas de la compañía. El mercado percibe que el futuro de la compañía no es prometedor.
En entrevista con Blu Radio, el expresidente de Ecopetrol Felipe Bayón, argumentaba que una de las razones que explican estas caídas accionarias es porque el presidente actual, Ricardo Roa, no puede dedicarle el 100% de su tiempo a la empresa, entre otras, por los líos que tiene como gerente de la campaña presidencial del hoy presidente Petro, en el que hay indicios de financiación ilegal y superación de topes de gastos de campaña. La atención del presidente de Ecopetrol se desvía para atender interrogantes y requerimientos que le hacen los entes que investigan los posibles delitos cometidos en la campaña presidencial del presidente Petro y que él como gerente era el principal responsable.
Lo otro que no está ayudando es que desde las directivas de Ecopetrol se desestimula la exploración así como la operación de yacimientos no convencionales (fracking), que se realizan en otros países como Estados Unidos, en vista de que en Colombia no se ha podido avanzar lo suficiente con este tipo de técnica por los eternos debates con opositores a esta técnica y que como es habitual, tampoco contraproponen otras actividades económicas formales que generen empleos e ingresos económicos para el país.
Este gobierno sigue siendo más soñador que ejecutivo y pragmático. La mayoría de los ministerios están en subejecución; y decimos ser el país de la belleza. Belleza que se encuentra secuestrada ante grupos al margen de la ley como el ELN y que Petro, a pesar de sus concesiones y de haber dicho en campaña que, en 4 meses, después de posesionarse como presidente, firmaría la paz con ellos, hoy siguen más fuertes que nunca.
Y con Ecopetrol sueña con que sea la empresa que abandere la transición energética y eso está bien, pero eso no puede ir en detrimento de que la empresa siga haciendo lo que ha hecho bien históricamente como seguir extrayendo petróleo y gas y buscar nuevos yacimientos, más aún, cuando el mundo sigue demandando estos recursos y que nosotros los podemos proveer; pero también, porque a pesar de que el presidente Petro quiere salvar al mundo del calentamiento global, él es el presidente de un país que genera menos del 5% de emisiones de carbono a nivel global. En otras palabras, Colombia es uno de los países menos contaminantes del mundo, y con los recursos naturales que tenemos en el subsuelo sí que podemos superar las brechas sociales que tanto anhela el presidente.
Para eso, necesitamos que sea más ejecutivo y menos discursivo.
*Empleado de Minera de Cobre Quebradona, mis opiniones no representan a mi empleador.
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