Dime con quién andas y te diré…, en 357 palabras

“Lo poco que han intentado hacer con las manos lo han desbaratado con los pies.”


Cuando voté en las elecciones de 2022, me encontraba en una situación comparable a estar al borde del abismo. Las opciones eran realmente difíciles de asumir. Lo que sí tenía muy claro es que no iba a votar por un anciano cuya aparente virtud era repartir putazos y puñetazos —después aparecería dando mal ejemplo en un yate. No pude evitar pensar en la canción de Rubén Blades que dice: “y el vecino sale todo perfumado, con ropa limpia que su esposa le ha planchado”—, y ni qué decir de otras situaciones que después le comprobaron en juicio. El adalid de la anticorrupción resultó ser un embustero más.

Pero esta columna se trata de las malas compañías que rodean al Gobierno. En la disyuntiva en la que me encontraba, me tranquilizó escuchar a Francia Márquez; su discurso me llenó de esperanzas. Entonces voté por el gobierno del cambio —no por Petro, aclaro, no creo en el caudillismo, porque el ser humano tiene la virtud de desilusionar—. Pero en lo que va corrido de este gobierno, lo poco que han intentado hacer con las manos lo han desbaratado con los pies. Poner a un anciano apóstata de canciller y a un remiso de la derecha de ministro de Educación, solo para apaciguar los delirios socialistas de una godarria que no aceptaba la derrota… Se sabía lo que iba a pasar: puñalada por la espalda, ¿o la yugular?

¿Y qué me dicen de la anexión de un politiquero —con ínfulas de poeta maldito— experto en aterrizajes forzosos? Y para colmo de males, el Lord Sith de la política colombiana, que capotea al Congreso mientras juega con el lado oscuro de la política. A la misma Francia Márquez le ha quedado grande el reto.

Que las cagadas del hijo que no crió, que los carrotanques de La Guajira, que la plata embolatada, que el polígrafo…

Papaya tras papaya para que el Congreso haga lo de siempre: ¡nada! Las buenas ideas se han quedado en meras expectativas, y mientras tanto, el verdadero proyecto político del cambio, va de culo pa’l estanco.

P.D. No dude en escribirme sus comentarios a mi cuenta de X @sanderslois

 

Sanders Lozano Solano

Médico y Cirujano de la Universidad Surcolombiana y Abogado de la Universidad Militar Nueva Granada, es Especialista en Gerencia de Servicios de Salud y Magíster en Educación. Experto en responsabilidad médica, se ha dedicado en los últimos años a su verdadera pasión: la academia y la escritura.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.