En vísperas de Halloween, el Museo de Ciencias Naturales de la Salle del ITM invita a la comunidad en general para desmitificar a los animales asociados con esta festividad. A través de esta iniciativa, se busca concienciar sobre la importancia de la conservación y el respeto hacia las especies que han sido estigmatizadas por la cultura popular.
Halloween, una festividad que hoy asociamos con disfraces y dulces, tiene raíces milenarias en los antiguos celtas. Celebrada originalmente como Samhain, esta festividad marcaba el fin del verano y el comienzo del invierno, y se creía que los espíritus de los muertos podían interactuar con el mundo de los vivos.
Con la llegada del cristianismo y la posterior colonización europea de América, las tradiciones de Samhain se fusionaron con las celebraciones cristianas, dando origen a Halloween tal como lo conocemos hoy. El cine y la televisión norteamericanos popularizaron aún más esta festividad, vinculándola a imágenes de terror y criaturas sobrenaturales.
Sin embargo, esta fascinación por lo macabro ha tenido consecuencias negativas para la fauna. Animales como murciélagos, búhos, lechuzas, gatos y arañas, que han sido asociados con brujería y mal augurio en diversas culturas, han sido víctimas de maltrato y persecución. Estas creencias erróneas han llevado a la caza y al sacrificio de estos animales, poniendo en peligro su supervivencia y desequilibrando los ecosistemas.
«Es hora de dejar atrás los mitos y estereotipos que han perjudicado a estos animales», afirma Valentina Lozada Osorio, Educadora del Museo. Además, asegura que queremos mostrar la realidad detrás de los murciélagos, arañas, gatos, búhos y lechuzas, y cómo contribuyen a nuestro ecosistema.
Es fundamental desmitificar estas creencias y comprender el papel vital que desempeñan estos animales en nuestros ecosistemas. La conservación de la biodiversidad depende de la protección de todas las especies, incluidas aquellas que, por razones culturales o supersticiosas, han sido estigmatizadas.
Algunos de los mitos y realidades sobre estos animales:
– Murciélagos: No son ratones voladores, no todos chupan sangre y no son criaturas malvadas.
– Arañas: No son sobrenaturales, no invaden las casas durante Halloween y no solo viven en lugares oscuros.
– Gatos: No traen mala suerte, no son sacrificados en rituales satánicos y no tienen siete vidas.
– Búhos: No son presagios de muerte, no están relacionados con la brujería y no atacan a los humanos deliberadamente.
– Lechuzas: No son presagios de muerte, no pueden ver fantasmas y no lanzan maldiciones.
«Es importante recordar que estos animales juegan un papel vital en nuestro ecosistema y merecen nuestro respeto y protección», añade Lozada Osorio.
El Museo de Ciencias Naturales de la Salle del ITM invita a la comunidad aprender más sobre la importancia de la conservación y el respeto hacia todas las especies.
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