Deserción escolar en Colombia: el reto de educar y no abandonar el futuro

“El acceso, la calidad y la motivación deben ser claves para construir una sociedad equitativa, próspera y preparada para los desafíos futuros”


Uno de los recuerdos más entrañables de nuestra infancia es el regreso a clases, ya que no solo significaba adquirir conocimientos, sino también reencontrarnos con nuestros amigos y compartir momentos inolvidables, emoción que sigue vigente en muchos niños y jóvenes hoy en día, pues lo observamos cuando la mayoría de las familias se movilizan para asegurar la inscripción de sus hijos en las instituciones educativas, conscientes de que la educación es fundamental para su desarrollo. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del gobierno y de diversas organizaciones, muchos niños y adolescentes enfrentan barreras que les impiden continuar con su formación académica, lo que genera un alto índice de deserción escolar en el país.

Las causas del abandono escolar son diversas, complejas y responden a un asunto de corresponsabilidad. La poca efectividad de las estrategias pedagógicas dadas en la escuela, el desinterés de los estudiantes frente a sus deberes académicos y la ausencia de un entorno familiar que fomente el estudio (sumado a la falta de recursos económicos) son algunas de ellas.

Esto se reafirma con el boletín técnico del DANE de 2022 cuando informó que la matrícula nacional alcanzó los 9.729.968 alumnos, lo que representó una disminución del 0,7 % respecto al año anterior. Aunque el boletín no especifica directamente la tasa de deserción, la reducción en la matrícula sugiere una tendencia preocupante. Para 2023, los informes indicaron que más de 400.000 estudiantes abandonaron el sistema educativo, evidenciando un incremento alarmante en la deserción escolar.

Es de resaltar que las estadísticas dadas por el DANE indican una denominación cuantitativa frente a la problemática, no obstante, si las analizamos cualitativamente nos permite inferir que el abandono escolar incide en el desarrollo social y económico de un país. Estas demuestran que la deserción contribuye al desempleo, la informalidad laboral y la baja remuneración económica, entre otros. Además, la educación es una herramienta fundamental para reducir la desigualdad.

En el artículo «El desafío de Sócrates en la era de la desinformación» https://alponiente.com/piensa-por-ti-mismo-el-desafio-de-socrates-en-la-era-de-la-desinformacion/ , menciono la importancia de contar con personas preparadas y educadas formalmente para enfrentar los retos del mundo actual. La educación es la base del pensamiento crítico y reflexivo. No enviar a nuestros niños y adolescentes a la escuela significa privarlos de las herramientas esenciales para su futuro y para la sociedad en su conjunto. Es primordial garantizar su acceso a la educación para formarlos y guiarlos en su proceso de aprendizaje.

Un gesto sencillo pero significativo que incentiva la permanencia de los estudiantes, lo desarrollo como docente y funcionario de la administración municipal. Se trata de la entrega de kits escolares a niños de educación primaria en zonas urbanas y rurales. Esta acción que es patrocinada por la empresa privada y la comunidad motiva a las familias a mantener la continuidad escolar de sus familiares.

En suma, para abordar esta problemática, se requiere un compromiso en conjunto con el gobierno, la sociedad y el sistema educativo. Es prioritario fortalecer los programas de apoyo económico para las familias más vulnerables y garantizar la formación continua de los docentes. También es clave implementar metodologías innovadoras que hagan la educación más atractiva y relevante para los estudiantes, promoviendo el uso de herramientas y recursos tecnológicos aplicados a su cotidianidad.

No podemos permitir que miles de niños y jóvenes vean limitadas sus aspiraciones por la falta de oportunidades. El acceso, la calidad y la motivación deben ser claves para construir una sociedad equitativa, próspera y preparada para los desafíos futuros. La inversión en educación favorece a los individuos y, por tanto, al desarrollo de un país.

Juan Carlos López Flórez

Licenciado en Filosofía, historiador y docente. Escribo para invitar a la reflexión, inspirado en la historia y la literatura, impulsando el cambio educativo que necesitamos.

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