Democracia y clases medias en América Latina

 Aunque la insatisfacción hacia los servicios públicos es un factor importante para explicar las movilizaciones que han tenido lugar en distintos países latinoamericanos durante los últimos años, éstas no explican directamente la insatisfacción con la democracia. Esta última se explica, más bien, a través de variables como la confianza institucional y/o la percepción que se tiene sobre la equidad social y la distribución de la riqueza.

En una investigación reciente publicada en el último número de la revista científica América Latina Hoy, del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, Esther del Campo, Cecilia Guemes y Lodolfo Paramio analizan el descontento de las clases medias emergentes latinoamericanas y su impacto en la estabilidad de la democracia. El texto, titulado »I can’t get no satisfaction», servicios públicos, democracia y clases medias en América Latina, aborda a través de datos de encuestas de Latinobarómetro para 18 países, en qué medida el descontento con el desempeño del Estado tras las movilizaciones y protestas que han tenido lugar en los últimos años en la región, es sinónimo de fortalecimiento o, por el contrario, de debilitamiento de la democracia y sus valores fundamentales.

Desde la última década, el auge de las nuevas clases medias latinoamericanas ha sido un tema que ha despertado interés hacia distintos sectores, tanto académicos, como políticos y sociales. Existe un consenso de que las clases medias son un sector fundamental para la consolidación de la democracia. No obstante, el crecimiento de las mismas a partir de este siglo, así como las movilizaciones surgidas posteriormente, pusieron sobre la mesa la interrogante acerca de si lo mejor es continuar con el entusiasmo tras los logros alcanzados, o más bien, centrarse en la consolidación de los mismos. Vale la pena recordar que el auge de las clases medias, se dio en un escenario de crecimiento derivado fundamentalmente del boom de las materias primas.

Como evidencia el informe de la CEPAL de 2018, luego de un descenso de la pobreza en América Latina lo largo de 2002 y 2014, ésta ha incrementado nuevamente entre 2015 y 2016. Sin embargo, al mismo tiempo, entre 2000 y 2010, según estimaciones del Banco Mundial, 50 millones de personas han salido de la pobreza –y por lo menos 40% de los hogares de la región han ascendido de clase socioeconómica–. Por tanto, el surgimiento de las clases medias supone un incremento en el ingreso y en el consumo de una importante cantidad de personas, lo cual podría sugerir que estos nuevos sectores tendrán interés en consolidar los derechos obtenidos o, cuando menos, mantenerlos.

Desde la teoría de la modernización, planteada por el politólogo estadounidense Samuel Huntington, se ha sostenido que la modernización económica está relacionada con el aumento de la participación política. Por tanto, el ascenso socioeconómico de las clases medias está acompañado por un aumento de sus expectativas, lo cual tiende a propiciar descontento, provocando, al mismo tiempo, inestabilidad política. Particularmente en países con un bajo nivel de institucionalización, esto puede presentarse de manera extendida debido a que, en palabras de Huntington, »lo que produce el desorden político no es la ausencia de modernidad, sino los esfuerzos por lograrla».

Así, »I can’t get no satisfaction»  aporta evidencia relevante acerca de en qué medida la insatisfacción con los servicios públicos afecta y puede llegar a convertirse en insatisfacción con la democracia. Al mismo tiempo, advierte acerca de los riesgos que puede representar esta situación para la institucionalidad democrática, particularmente en economías emergentes como las latinoamericanas, si éstas son capaces de responder a las demandas de las nuevas clases medias.

La insatisfacción con los servicios públicos es muy alta en la mayoría de los países latinoamericanos. Particularmente, hacia instituciones como la policía (65%) y los tribunales de justicia (67%). No obstante , como concluye la investigación, más que estar relacionada con los servicios públicos, la satisfacción con la democracia está principalmente influenciada por la percepción que tiene la opinión publica sobre la equidad social y confianza en el gobierno. Por tanto, aunque la insatisfacción hacia los servicios públicos es un factor importante para explicar las movilizaciones que han tenido lugar en distintos países latinoamericanos durante los últimos años, éstas no explican directamente la insatisfacción con la democracia. Esta última se explica, más bien, a través de variables como la confianza institucional y/o la percepción que se tiene sobre la equidad social y la distribución de la riqueza.

 

Referencias

Del Campo, Esther; Guemes, Cecilia y Paramio, Lodolfo. ‘I can’t get no satisfaction», servicios públicos, democracia y clases medias en América Latina. América Latina Hoy, 2018 (77): 161-187.

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).  Panorama Social de América Latina. Documento Informativo. 2017. Fecha de consulta: 4 de febrero, 2018.

En línea: http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42716/1/S1701050_es.pdf

Petersen, Germán. Teoría de la modernización y movilizaciones sociales contemporáneas. Espiral: Estudios sobre Estado y Sociedad, 2015, vol. 22 (62): 34-72.

Cristian Márquez Romo

Politólogo. Estudiante del posgrado en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Salamanca, España. Licenciado en Ciencias Políticas y Gestión Pública por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), México. Ha participado en proyectos de investigación en México y España, donde actualmente se desempeña como becario de la revista América Latina Hoy, del Instituto de Iberoamérica. Ha colaborado con publicaciones en Europa y América Latina, tales como Foro Internacional, Hipótesis Alternativa, Replicante, entre otras.