Del Sueño a la Decepción: Un Gobierno que No Despega

“Yo lo llamaría un gobierno que abarcó mucho, pero apretó poco, que tuitea mucho, pero poco hace; que no hace consensos con el sector productivo ni construye con las academias. Pero mientras tanto, sigamos encontrando posibilismo en todo y estemos atentos a todo lo que nos pueda pasar como país. Como dice Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín: «Saquemos el país desde las regiones». ”


Este año, como en los anteriores, tenemos muchos retos como país y, sin duda, también como distrito de ciencia, tecnología e innovación. Pero detengámonos a hacer un mapeo de lo que este gobierno nacional ha hecho, lo que le falta y los retos que tenemos, teniendo siempre un pensamiento muy centrado. Es importante recordar que este gobierno prometió ser un cambio en cuanto a los déficits sociales, económicos, educativos y ambientales.

Empecemos analizando cómo vamos económicamente. En este sector, el panorama ha sido el “mejorcito”, pues hemos tenido un crecimiento económico moderado del 1,5 % para el año inmediatamente anterior, tras un escaso 0,6 % en 2023. El Banco Mundial proyecta un crecimiento económico con una tasa potencial del 2,9 % en los próximos años. Para 2025, se espera una expansión del 1,8 %, superando las expectativas iniciales. También hemos disminuido el desempleo, pero esto sigue siendo preocupante, ya que seguimos siendo el segundo país con la tasa más alta en la OCDE.

El salario mínimo para este año quedó en $1.423.500, lo que representa un aumento del 9,5 % respecto a 2024, acompañado de un auxilio de transporte de $200.000. Sin embargo, este incremento podría generar presiones inflacionarias debido a la expansión monetaria, los costos de producción, esto puede reducir la demanda interna de bienes y servicios.

Por su parte, la tasa de interés de referencia en diciembre de 2024 se redujo al 9,50 %, tras haberse ubicado en 13 % el año anterior. Esto representa un alivio financiero para el crédito de consumo y ordinario, cuya tasa de usura alcanzó el 26,39 % anual. Como vemos, hemos crecido, pero debemos tener en cuenta que las regiones han sido fundamentales en estos resultados. No obstante, el gobierno, en muchos temas, no se ha mostrado muy claro, y aún debemos atender numerosos retos.

Ahora, tenemos desafíos fiscales inmensos. En 2024, el déficit fiscal alcanzó el 5,6 % del PIB, el nivel más alto en 20 años después de la pandemia. Necesitamos más autonomía fiscal, además, una reforma tributaria integral para reducir disparidades y combatir la evasión, que afecta recursos vitales para sectores como la salud.

En el sector educativo, vamos en un gran declive. Por ejemplo, en repitencia escolar, Colombia lidera la tasa en primaria entre los países de la OCDE. También enfrentamos problemas de calidad e igualdad. El acceso a la educación es limitado en zonas rurales, y el 71 % de los estudiantes no alcanza competencias básicas en matemáticas, según las pruebas PISA. También. tenemos un desafío crítico en la integración tecnológica.

En cuanto a la educación superior, la cobertura a nivel nacional es del 54,9 %. Sin embargo, en departamentos como Vaupés, Vichada y Arauca, esta tasa no llega al 7 %. Cerca de 290.000 jóvenes que se gradúan de grado once no acceden a la educación superior. Aquí tenemos muchos retos, y parece que este tema no recibe la atención adecuada por parte del gobierno, que tampoco delega a personas competentes para afrontarlo. Por ejemplo, el ministro de Educación, en mi opinión, es un inexperto en este tema, y su nombramiento fue netamente político, no social.

Cerremos con algo que preocupa mucho: la salud pública. Este sector afronta una gran crisis financiera, aunque se destinaron 327.000 millones de pesos para fortalecer hospitales públicos y resolver problemas como el desabastecimiento de medicamentos. No obstante, persisten problemas como el desfase entre los recursos asignados y los costos reales, así como la inviabilidad de varias EPS, especialmente en el régimen subsidiado.

En retrospectiva, tenemos un gobierno que prometió y nos hizo soñar a muchos jóvenes con una Colombia potencia de la vida, pero en realidad resultó ser un gobierno muy tibio en muchos temas. Ha derrochado dinero en cosas innecesarias mientras muchas personas necesitamos una gestión eficiente de el. Yo lo llamaría un gobierno que abarcó mucho, pero apretó poco, que tuitea mucho, pero poco hace; que no hace consensos con el sector productivo ni construye con las academias. Y a veces, en los discursos, carece de diplomacia y retórica, y las personas que asumen ministerios y puestos altos a menudo no tienen la experiencia ni las competencias necesarias para afrontar los retos que el país demanda. Y cerremos con esta última cifra, el presidente Gustavo Petro es el cuarto presidente más impopular de la Sudamérica con un 39 % de aprobación contra un 56,3 % de desaprobación

Pero mientras tanto, los invito a que sigamos encontrando posibilismo en todo y estemos atentos a todo lo que nos pueda pasar como país. Como dice Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín: «Saquemos el país desde las regiones».

Yuliana Osorio García

Soy una aprendiz constante de experiencias, personas y conocimientos. Estudio contaduría pública en EAFIT, además de esto, estoy cursando un diplomado en liderazgo público con la alcaldía de Medellín. Soy una persona que le gusta aprender de manera integral, considero que debemos aprender de todo lo que nos ofrece la academia y la vida. Me gusta mucho la filosofía cotidiana, la literatura y los temas de interés público como: la educación, la ética, la economía y la cultura. Para conectarme y saber más de estos temas me gusta mucho leer y hablar con amigos y gurús en estos temas.

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