De muerte en muerte pagamos la sentencia del aborto

Fuente: BC Noticias

El argumento de que el embrión es persona y es sujeto de derechos humanos no tiene sustento en el sistema internacional de Derechos Humanos

Gastón Chillier, director ejecutivo del CELS.

Colombia es un país que aprueba el aborto en 3 circunstancias según la Constitución que nos rige actualmente, es decir, la de 1991, pero ¿es esto suficiente?

No se puede negar que seguimos estando en un país altamente conservador, que la religión aun ejerce un gran peso en nuestras costumbres y que muchas personas creen que un cúmulo de células obtenidas en el momento de la concepción tiene derechos sin siquiera estar medianamente formados. No debería ser posible que este tipo de creencias lleven a más de 70 mujeres al año a perder la vida por no poder tener un acompañamiento seguro en las decisiones que toman respecto a la vida que quieren llevar.

 No es posible que un país que no da las garantías suficientes en educación sexual, en preservativos y en salud tenga el derecho a exigir que se continúe con un embarazo no deseado. El índice de desigualdad cada vez está más presente, las regiones a donde se lleva la educación sexual no son suficientes; sí, se regalan preservativos, pero ¿en realidad creen que eso es suficiente?, ¿creen que es justo que una pareja sin recursos y sin una educación sexual completa debería estar en la obligación de tener un hijo que no pueden mantener?, ¿para la religión es más factible que un niño llegue a pasar necesidades en vez de sacarlo del vientre antes de que pueda sentir algún dolor?

Países como Argentina nos han dado muestra de lucha a la hora de tratar de buscar una salida a este tipo de leyes, y aunque no salieron victoriosas, al menos pueden decir con la cabeza en alto que no se quedaron parada viendo como los que pertenecen a las cámaras la tienen fácil para poner sus posturas y creencias por encima de las necesidades del pueblo. No es algo que lograremos en un día, ni en un mes, quizás no en unos años; pero si nos quedamos sentados no lo lograremos nunca.

Colombia, un país con tantos déficits en la salud, con tantas personas que mueren haciendo filas en un hospital esperando a recibir medicamentos, un país machista y conservador, ese que no tiene la cara que se necesita para decirle al pueblo que el Gobierno es quien debe decidir por la vida que se trae o no al mundo. No estamos pidiendo que todos deban abortar, estamos pidiendo que se nos de libertad para decidir qué hacer con nuestro cuerpo, estamos exigiendo que los impuestos que nos sacan cada mes a cada uno de los colombianos se vean en la seguridad de las mujeres que no quieren continuar con su embarazo. Para concluir, estamos exigiendo libertad de costumbres y de pensamiento; al final de todo se supone que somos un país laico que no debería estar cegado por costumbres religiosas.