“Tanto la renuncia del Fiscal como el cambio en el Ministerio de Justicia no son fichas movidas en vano.”
Renunció Néstor Humberto Martínez a su cargo como fiscal, y después de tanto luchar por esa anhelada renuncia, el país se dividió en celebraciones, especulaciones, dudas, y algunos llegaron a afirmar que “cuando muere un fiscal, nace un ministro”, y bueno, tampoco creo que sea tan cierto eso último. Pero a hoy día, Gloria María Borrero, nuestra Ministra de Justicia también se va. De Néstor Humberto, conocemos sus “razones” de antemano, y no son las que esperábamos (el estar involucrado directamente con el Caso Odebrecht y otros asuntos un poco a la deriva). Él, más bien dimite argumentando que después de la decisión de no extradición a Jesús Santrich, la justicia colombiana prácticamente está siendo burlada y expresa una frase maravillosa donde si no lo conociera, pensaría que fue un sarcasmo, “este desafío al orden jurídico no puede ser refrendado por el suscrito. Mi conciencia y mi devoción por el Estado de Derecho me lo impiden”. Muy bien doctor Martínez, lástima que para todos no sale por la puerta grande. Y es esa la misma razón de la doctora Borrero? Parece no ser así, pues la discusión ya se había dado semanas antes con el presidente Iván Duque según explica la ex-ministra, ¿entonces por qué se va?
Gloria María dice que son los cambios normales ocurridos en un período de gobierno, pero yo me pregunto qué tan normal es cambiar de gabinete en tan corto tiempo y si se debería esperar lo mismo de los otros ministros. Según las declaraciones dadas, ella sólo estaba para organizar algunos asuntos como la reforma a la justicia pero que ahora que ya se encuentran más establecidos, llegó el momento de que sea alguien más quien esté al frente del Ministerio de Justicia. Bastante curioso resulta entonces cómo hace poco más de un mes decía muy segura que no renunciaría pese a las críticas del uribismo y el Centro Demócratico, y que estaría en su cargo hasta que el presidente quisiera, al parecer Iván ya le hizo caso a su intuición, y por intuición hablo de Álvaro Uribe porque la ex ministra siempre fue muy santista para los gustos del ex presidente y su comitiva. Quien le procede es la magistrada Margarita Cabello, seguidora de la línea del gobierno y siempre cercana a los ya mencionados.
Tanto la renuncia del Fiscal como el cambio en el ministerio de Justicia no son fichas movidas en vano y les explico por qué. Primero, Néstor Humberto sale del ojo público (así como el olvidado Carrasquilla) y a la gente se le va arrinconando de a poco la marcha hecha para que renunciara desde el 2018, y después de un tiempo al parecer deje de ser tan grave la muerte de Pizano, entre otros hechos. Luego, Gloria María deja de ser un “obstáculo” para las objeciones puestas en la JEP según la bancada uribista, y encontrar una ministra perfecta que no le ponga “peros” ni al ex presidente Uribe, ni a Iván Duque fue la solución perfecta para lo que continuaba. Por último y el detalle pequeñito que no puedo pasar por alto, la solución que proponen los honorables congresistas del Centro Demócratico a toda esta suma de noticias… una Asamblea Constituyente. Y ese es el objetivo final, el cual espera pasar sin impedimentos. Al parecer al senador Macías y a sus compañeros les suena que la justicia se encuentra algo ultrajada y pide cambios, como si ya no tuviese los suficientes para ser una colcha de retazos. Ya les decía yo… de lo bueno, no dan tanto.