Las famosas murallas se levantan por doquier tan bellas hoy como desafiantes fueron siglos atrás, el piso de Estambul está bajo mis pies, tierras por las que pasaron tantos grandes hombre y mujeres hoy muertos, una tierra codiciada por tantos y que por lo mismo fue la tumba de muchos. Hace frio, el blanco manto del invierno que hasta hace unos días cubría el hemisferio norte led a un sentido diferente al que antes tenía esa palabra; pero no es tanto como para impedirte conmoverte profundamente ante la belleza de esta ciudad. Mas allá en el tiempo, está Constantinopla, pero incluso más atrás esta Bizancio, nombre que le dieron los griegos que la fundaron en el año 660 antes de la era común en el sitio más estratégico posible, tanto, que los griegos no podían entender como sus nuevos vecinos no habían tomado posesión de dicho lugar.
Tanto Estambul como lo que hoy es Turquía, debido a su posición geográfica, fueron el asiento de grandes civilizaciones e imperios. Troyanos e hititas, griegos, romanos y por último los turcos deambularon por Anatolia, pues esta tierra es el cruce de caminos obligado entre Europa, medio oriente, Asia central y porque no, el lejano oriente, conexión obligada entre el mar negro y el mediterráneo, la puerta de entrada al Cáucaso, a Rusia, a Europa y a Medio Oriente.
La Turquía contemporánea se ve prospera y ha sabido soportar de una manera asombrosa los temporales del siglo veinte que ha azotado la región oriental del mediterráneo, más teniendo en cuenta que luego de la primera guerra mundial quedó reducía solo a Anatolia y además ocupada por franceses ingleses y griegos. Es entonces cuando emerge la figura de Mustafá Kemmal Ataturk, el líder nacionalista que expulsó a los invasores y de paso moldeó la Turquía moderna. Para entenderlo también es fundamental entender algunos aspectos del pueblo turco.
Los turcos actuales provienen de Asia central y su lengua pertenece a la familia uraloaltaica más emparentada con el coreano, el japonés o las lenguas túrquicas de Asia central como el kazajo. Eran turcos los hunos y otros pueblos que causaron gran revuelo en la antigüedad así que cuando llegaron al medio oriente no fue la excepción y allí se enfrentaron a tres pueblos que hasta entonces ejercían la supremacía en el mundo del medio oriente los bizantinos, los persas y los árabes. Los bizantinos al final fueron suplantados por el nuevo pueblo. sin la vitalidad transmitida por los turcos al islam, este se la hubieran visto negra.
Por lo demás, los turcos siempre han tenido un fuerte sentido de pertenencia, aunque los persas siempre les sacaron en cara su larga historia y los árabes el ser la cuna del islam, ellos sabían que antes que musulmanes fueron, son y serán turcos y esto mismo ha pasado cuando las relaciones con Europa han sido complicadas. Somos asiáticos, podremos tener un pie en Europa continental, estar en la OTAN y compartir una dinámica económica, pero al final del día somos turcos y asiáticos.
Esto es muy importante porque entre las medidas posteriores que tomo Ataturk fue la de implementar una cultura laicista y religiosamente tolerante (tristemente no tan tolerante con algunos grupos étnicos como los kurdos o los armenios), teniendo presente que la relación mas abierta hacia el resto del mundo era lo que iba a permitir la llegada de la inversión, la transferencia de conocimiento y el comercio que iban a permitir que la Turquía moderna surgiera. Fuera de eso el no desgastarse en disputas inútiles iba a permitir que los esfuerzos del país y la sociedad se concentraran en la solución de los profundos problemas que tenía el naciente país, contrario a lo que ha sucedido con sus vecinos concentrados en disputas sectarias inútiles, así como los bizantinos que se desvivían peleando por cuál era el sexo de los ángeles.
Afortunadamente para Turquía surgió este líder pragmático a la vez que carismático, que pudo encausar las energías de su pueblo hacia un destino diferente. Se pueden encontrar mas ejemplos de este tipo, pero luego de esta larga introducción tenemos que regresar a muestro lado del mundo ¿hemos tenido algún líder semejante? ¿cómo nos ha afectado el tener o no tener líderes y enfoques pragmáticos hacia el desarrollo?
EL SIGLO DIECINUEVE: ENTRE AURELIANOS Y PEDRO JUSTOS
Siempre se habla del conservadurismo de Antioquia, pero de hecho en tiempos de la independencia la región estaba más alineada con el liberalismo; sin embargo, el subsiguiente caos, vacío de poder y desconocimiento del territorio y sus complejidades en la naciente república, que siendo sinceros hoy día no se solucionan totalmente, fue impulsando a la región hacia una mentalidad conservadora. Esto es entendible, pues ante una situación de inminente crisis y más una región aislada y en ese entonces muy atrasada como lo era la Antioquia en los albores de la república, el concentrarse en si misma es una reacción de supervivencia lógica.
¿Cómo logró entonces la región convertirse en un polo de desarrollo un siglo después? En parte fue porque a pesar del conservadurismo de sus líderes, que como acabamos de decir se consolidó como una forma de defenderse ante el desorden por venir, se identificaron los problemas y se creó un propósito común para trabajar en las soluciones concentrándose en la cultura propia (algo para lo que sirvió la visión conservadora). Ayudó muchísimo la explotación de las minas del zancudo y la Frontino Gold mines, pero fue fundamental la correcta utilización de los nuevos recursos.
Lo primero que hizo el entonces estado soberano la época radical fue crear un ejercito robusto, mas no para pelear sino para lo único que deberían servir los ejércitos que es evitar la confrontación siendo un factor de disuasión. Habiéndose asegurado de no tener que inmiscuirse en los dañinos conflictos nacionales del s. XlX, se pasó al segundo paso que fue invertir en la naciente industria del café y financiar la colonización antioqueña de la vertiente occidental de los andes colombianos creando algo que no había logrado la república que fue crear una fuente estable de divisas que alimentaran las pobres arcas nacionales. por ultimo se construyó el ferrocarril de Antioquia, que permitiría una vía de transporte para la salida del café y el resto de materias primas de exportación, la llegada de las maquinarias y por lo menos en principio manufacturas, las cuales luego serian sustituidas por las que luego se producirían en la región.
Un personaje al que no se le hace la suficiente justicia en esta historia es Pedro Justo Berrio que estuvo, en la época de la Colombia federal, detrás de estos importantes hechos que fueron fundamentales en el posterior desarrollo de la región; sin embargo y a pesar de poder declararse como gobernador vitalicio de la región, acaba tranquilamente su periodo para simplemente ser rector de la Universidad de Antioquia, lejos de la adulación y abrazando el cálido olvido luego de cumplir con su labor. Para mí es la visión de un líder pragmático sin dejar de ser visionario y solo interesado en cumplir su labor y lo que ello puede representar para un pueblo.
En las antípodas encontramos a el coronel Aureliano Buendía, un personaje de ficción de la obra cumbre de Gabriel García Márquez, cien años de soledad. uno de los momentos representados en la novela habla nuevamente de las guerras partidistas del siglo diecinueve, donde Aureliano era un liberal indignado, justamente hay que decirlo, con los abusos de los conservadores del momento y como consecuencia lógica se revela. Sin embargo, cuando el conflicto da muestras de terminar y dar paso a la anhelada paz, el coronel Aureliano decide persistir su campaña contra toda razón, derrota tras derrota, sin importar para nada la vida de sus soldados y de los pobladores de macondo y alrededores, pues detrás estaba un orgullo mal disfrazado en dignidad y con más cara de estupidez que de lucidez. Al final se salva en un último instante, cuando está frente la pelotón de fusilamiento.
Solo seria la historia de un personaje de una novela de ficción si no fuera que esa es la radiografía del pseudo héroe, más bien caudillo, latinoamericano clásico: Idealista, cargado de ego y centrado en el culto a la personalidad, con una firme convicción depositada en una visión mesiánica y sin ningún reparo en empujar a todos en su tragedia; lo que diría Carlo Mario Cipolla, un estúpido de oro.
La triste y colorida tragedia latinoamericana, siempre haciendo lo posible por destruir y llevar todo al fracaso, no porque no seamos capaces de lo contrario, simplemente pareciera que prosperar y todo lo que ello representa no es el camino que queremos ¿Quién quiere una garantía de seguridad y bienestar para su pueblo cuando tiene las emociones de un narcisista con el que se identifica por delante?
LATINOAMÉRICA Y SUS LÍDERES
Como vemos, a diferencia de Turquía y otros países, nuestra cultura está secuestrada por la visión mágica, mesiánica e infantil mas centrado en el mundo de las emociones que en los problemas reales y concretos de las naciones, ha prevalecido ya sea la visión religiosa o la ideológica pues todo tema es atravesado ya sea por el mito o la utopía. Leí alguna vez en un artículo del New York Times cuyo autor desafortunadamente no recuerdo, donde se proponía no con poca razón para mí, que un factor determinante en el caos eterno de América Latina es el eterno revisionismo, que simplemente quien llega borra el legado, bueno o malo, de quien lo precedió, colgada ella de un péndulo frenético que se mueve sin cesar, condenada a la miseria un eterno retorno Nietcheano.
Además de cierto talento para convertir la realidad en una poesía trágica, tenemos una necesidad imperativa por la alineación con las ideas, sin mediar sus matices ni detenerse a ver qué tan conveniente o inconveniente, con un “extraño” amor religioso por los caudillos que son expuestos como modelos a seguir o no seguir dependiendo de la facción a la que se pertenezca. Lo cierto es que las sociedades que mejor han solucionado sus problemas han primero identificado y aislado las causas puntuales de ellos de manera pragmática, lo cual obliga tomar enfoques alternados, pero no por ello destruir todo en el proceso pues se identifica lo que funciona y lo que no de una forma relativamente acertada.
¿el gobernar como un oficio, como un privilegio o como una extensión de la propia naturaleza? Posiblemente las dos anteriores, pero difícilmente la primera se cumple en Latinoamérica. ¿Es más importante cumplir con la tarea y el propósito o simplemente con el designio de la emoción sin importar sus consecuencias? Obviamente según el enfoque latinoamericano pareciera que es más importante intentar la aplicación de las ideas, aunque evidentemente estas estén condenadas al fracaso ¿y la razón? Simplemente porque sí, Todo o nada.
Especulando, tengo dos hipótesis sobre el porqué los latinoamericanos somos así. La primera es el corto periodo de tiempo que tenemos como cultura. La cultura es una forma acumulativa de evolución, a diferencia de la evolución biológica, que se reafirma con el tiempo, pero que cuando es mas reciente tiende a no tener el peso que tiene el individuo. Me toca hacer un paréntesis aquí porque no podemos afirmar que el individualismo sea malo per se, pero si lo puede ser cuando no hay un factor que induzca la responsabilidad en el individuo, ya sea por convicción o por coerción.
La convicción proviene de un modelo personal casi siempre moldeado por uno colectivo, precisamente la cultura. No es que los modelos culturales no sean represivos, pues de hecho pueden ejercer a veces represiones mas profundas que el estado, pues de pronto no te amenazan con el asesinato, pero si te pueden amenazar con la muerte en vida que es el aislamiento.
La segunda hipótesis es la poca autoestima que tenemos ante otras culturas o naciones. Es común de nosotros los latinoamericanos compararnos y vernos en inferioridad; Pero además, la necesidad de aprobación y valoración es evidente. Nos apegamos a cualquier gesto de aprobación por tibio que sea y en lo que sea para que algo nos valide, ya sea tener la miss universo de turno, un título en cualquier cosa o incluso el himno del cual cada país latinoamericano asegura es el más bello después de la marsellesa. ¿Puede alguien que no confía en su cultura y que tiene baja auto estima ver que el líder va desnudo y decirlo? Obviamente no. Seguramente va a buscar afiliarse y además buscar ser el áulico mayor para lograr el beneplácito del líder y obtener de él y su grupo de adoradores seguridad y aprobación.
así como el pueblo turco logró reafirmarse como tal cuando le dijo a los persas y árabes que ellos eran, antes que musulmanes, turcos y debían velar por su pueblo y a Europa cuando rechazó su entrada a la unión europea, pero si los aclamaban como aliados militares en la OTAN. Obviamente debían afrontar sus problemas desde un punto de vista pragmático y ser capaces de cuestionar la propia cultura, pero encontrar las soluciones en ella misma. es por eso que cuando la cultura turca mas se movía al laicismo, más se reafirmaba en su historia, su cultura e identidad.
Debemos rescatar nuestro criterio no solo como individuos sino como nación, como algo que nace de nuestra propia vivencia, que si bien tiene un lugar donde nace, tiene también que buscar el lugar donde quiere vivir, ambas cosas el origen y el destino, definen el camino. Lo otro es que tan hábiles seamos para identificar la senda, muchas veces transitada en la oscuridad, pero la luz nace en fin de cuentas de aquello que nos define.
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