Limpieza Social
De los cuatro era el menos presentable; era vulgar, sucio e indecente. Se creía una paloma: meaba y cagaba a todos los próceres de bronce que decoraban la ciudad. No ponía para el porro ni para el maracuyoso en los conciertos. Pero era nuestro parcero.
¿Por qué nos lo quitaron?
Esta ciudad mórbida teme a la libertad y justifica la muerte. En el velorio solo estuvimos Checho, el mello y yo, supongo que era muy paria para las buenas gentes. Ahora lo que me preocupa es que el siguiente de nosotros sólo tendrá dos personas para cargar el ataúd.
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