Un error incidental de un compañero que hizo mucho daño al no “cuidar las comunicaciones” abrió una caja de pandora que tiene a la Universidad Nacional Sede Medellín -la Nacho- en el centro de una investigación disciplinaria que compromete a su ilustre egresado: Juan José Aux Trujillo; exsecretario de Comunicaciones en la perversa alcaldía de Daniel Quintero. Para la Procuraduría, Aux Trujillo -quien aterrizó en el gabinete de Quintero después de salir del equipo periodístico de El Colombiano- desconoció los principios de contratación pública al favorecer a la Nacho con un convenio interadministrativo por 9.050 millones.
El citado convenio se suscribió el 6 de febrero de 2023, con un plazo de ejecución de once meses -que coincidían plenamente con la temporada electoral donde el quinterismo fue arrasado- y con el objeto de: “asesorar a la Alcaldía en sus labores de comunicaciones, incluyendo tareas como monitorear su reputación, emitir alertas de crisis comunicacionales y elaborar material escrito y multimedia”.
Según ese objeto, ni la Secretaría de Comunicaciones o alguna otra dependencia del Distrito contaban -para esas fechas- con la capacidad suficiente para adelantar tareas que en principio forman parte de su misionalidad. Por eso, fue necesario recurrir a la Universidad Nacional que en su Sede Medellín ni dispone de Facultad, Instituto o Departamento de Comunicaciones.
Para la Procuraduría, la responsabilidad disciplinaria recae sobre Aux Trujillo, quien, según se desprende de la investigación, entregó a dedazo el millonario convenio de forma directa y sin convocar a una licitación pública. Al entonces secretario, al parecer, poco le importó que la Nacho no contara con Facultad o Departamento de Comunicaciones, o si acaso, dado que le resultaba indispensable contratar labores propias de la misionalidad de su Despacho, hubiera convocado a una licitación pública para que otras universidad de la ciudad, tal vez con más trayectoria y experiencia específica, se hubieran presentado.
Nada de eso importó, primó la politiquería y la Nacho se prestó para eso. ¡Qué vergüenza!
Si en septiembre de 2023 no se hubiera filtrado -en virtud del incidente de aquel compañero que no “cuido las comunicaciones”- una carpeta en Google Drive donde se encontraban alojados unos supuestos informes de supervisión del convenio con material proselitista alusivo a varios candidatos y candidatas al Concejo del extinto partido Independientes, el convenio, cuando menos, hubiera pasado de agache. Luego de desatado el escándalo, la carpeta en Google Drive fue restringida para su acceso público; ahí sí, para cuidar las comunicaciones-.
La Nacho no contaba con la idoneidad para ejecutar dicho convenio, no solo por la falta de una Facultad o Departamento de Comunicaciones -y en eso soy intencionalmente reiterativo-, sino porque solo se acreditó a un profesor para su ejecución. Un profesor titular de dedicación exclusiva adscrito al Departamento de Ciencia Política. Porque la Nacional Sede Medellín si tiene un pregrado en Ciencia Política. Una tarea titánica para una sola persona, mucho más para un convenio que implicó la suscripción de 280 contratos de prestación de servicios. ¡Ese profesor es un superhombre!
Estimados lectores, nada más para agregar. Es evidente que la Nacho se puso al servicio del amiguismo y de la politiquería. Ojalá el proceso disciplinario avance con prontitud y los implicados respondan. Porque “los recursos públicos son sagrados”, y eso, como si fuera paradójico, me lo enseñó un exrector de la Nacho.
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