Crónica de una decepción anunciada

La alcaldía de Federico Gutiérrez en campaña se presentó como la única posibilidad de recuperar a Medellín, combinando una serie de ideas que reivindicaban la coherencia de los buenos comportamientos, una ética intachable y de moral ejemplar; diciendo que esa era su principal agenda, ante una alcaldía de Daniel Quintero que representaba todo lo contrario, sin embargo lo que comienza a verse es una gran decepción del electorado de Fico, pues todas esas ideas de ética intachable y promesas de campaña se quedaron en el 2023.

Las más altas expectativas.

La ciudad y su gente – posterior a una gran fatiga de la alcaldía de Daniel Quintero, con razones o no, donde se construyó un relato en que era la alcaldía más corrupta que hubiera pasado por la alpujarra en nuestra historia – creyó que por fin volvería el momento en donde la ética sería la guía de los manejos de la ciudad, donde prevalecería la capacidad técnica (inclusive con anuncios con bombos y platillos como la designación del gerente de EPM), la meritocracia, el conocimiento y los buenos manejos, siendo Fico la figura que representaba esos valores. Así pues Fico tenía la vara muy alta, las expectativas de la ciudad puestas en él, ya que su discurso de campaña iluminaba cual iba a ser su actuar.

La realidad de gobernar.

Contrario a lo proyectado y propuesto en campaña, Fico al momento de llegar a la alcaldía se dispone a la realidad de gobernar, de concertar con actores políticos de la ciudad, en tener que tomar decisiones pragmáticas, incluso teniendo unas mayorías en el concejo. Esto significa entonces comenzar a llegar a acuerdos y negociaciones con todos los actores, partidos políticos para lograr mayorías totales en el Concejo, la definición de los órganos de control, el manejo de las entidades descentralizadas, entre muchas otras cosas. Esta situación sería el primer momento donde Fico comenzaría a demostrarle a la ciudadanía que él, al igual que en su administración pasada, no era una ficha autónoma y con capacidad de agencia total de la alcaldía, demostraría así que requeriría de la política tradicional y de la concertación con los órganos de control.

La verdadera cara de Fico.

Fico en algún momento iba a mostrar lo que era (no se esperaba que tan pronto), así la ciudad por la alcaldía anterior hubiera borrado algo de su memoria, Federico no es nuevo. Federico, quien fue alcalde ya entre el 2015 al 2019 ya había demostrado como gobernaba y con quienes, donde el manejo mediático era la prioridad y así mismo se iba a presentar en esta nueva administración. Los nombramientos demostraron ello, gran parte de la mayoría de su gabinete eran miembros del gabinete de su administración pasada (una tan mala que le quitó por un periodo la alcaldía a los cacaos de siempre), y muchos de los nuevos fueron elegidos por sus grandes capacidades en el sector de medios, manejo de comunicaciones y redes sociales, incluyendo sectores en los que no habían trabajado anteriormente. Es así como Fico, fuera de lo esperado por la ciudadanía, volvía a ser de nuevo el mismo de su administración anterior.

Es así pues que Fico comenzó a hacer lo que sabe, negociar, incluso con los aliados de la administración anterior. La primera prueba de ello fue el espaldarazo al anterior Personero de la ciudad, aliado de Daniel Quintero y que sí no fuera por una ciudadanía activa, sería el Personero de Fico también, dejando en evidencia que mientras le sean útiles, hasta los que dijo iba a sacar a patadas de la ciudad podrían ser sus aliados.

De igual manera Fico en su segundo mes tuvo que comenzar a cambiar su gabinete, pues su elegido secretario de cultura, y que en su momento de designación lo describió como un hombre probo y digno del cargo, fue sacado a la calle por unas declaraciones, inclusive contradiciendo su descripción del pasado, tratándolo de incompetente para el cargo y desconocedor de la cultura. Esto tiene una razón, lo que le molestó a Fico fue que el exsecretario demostró que Fico después de ganar, ya poco o nada le importa ser ese salvador que prometió en campaña.

No han pasado dos meses desde que Fico se posesionó y ya tiene miles de decepcionados, incluso grandes propagandistas de su campaña. Para muchos esto no sorprende, pues esta alcaldía, es una crónica de una decepción anunciada.


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Simón Rivera Londoño

Arquitecto urbanista, consultor en ordenamiento territorial y planificación urbana. Apasionado de la política y soñador de otros mundos posibles.

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