Un verdadero ejemplo de cine bien hecho con material de archivo histórico es sin duda esta cinta polaca con coproducción de Estonia -sobre todo en edición y postproducción-, donde más allá de una temática que podría parecer monótona como la historia desde finales del siglo XIX hasta los tiempos de posguerra en Europa de la década de 1950, desde las imágenes que son, un viaje imaginario apoyado por esas mismas imágenes las que no dan espacio ni al aburrimiento, ni al tedio ni a pasar por alto la reflexión acerca de lo que realmente somos todos nosotros. Esta cinta hizo parte de la selección oficial de la versión 2025 del Festival de Cine de Bogotá. El pasado 11 de diciembre en la sede la Calle 72 de la Universidad Santo Tomás en Bogotá se realizó su presentación por parte de la organización del Festival de Cine de Bogotá y la Embajada de Polonia en Colombia, precedida por una presentación de semblanza de la historia del cine polaco a cargo del escritor y crítico de cine Mauricio Laurens.
“La inteligencia fascina, por tedioso que sea el tema que trate”
“Todo hecho es siempre menos interesante que su relato”
“La vejez no arrincona al hombre inteligente, sino la arrincona al mundo”
Nicolás Gómez Dávila, filósofo y políglota colombiano. Cofundador de la Universidad de los Andes (1913-1994)
EUROPA ORIENTAL NUNCA DEJA DE SORPRENDER
Es muy grato para mí, por segunda vez para mis crónicas de cine, cubrir la oferta de cine del Festival de Cine de Bogotá, en especial la oferta europea oriental. Mi afición por la cultura de Europa Oriental surgió hace más de quince años, cuando, por cosas del destino cuando iba a la Universidad de los Andes y veía entre la basura -sí, entre la basura de la caneca cercana al parque de “La Pola” cercano a la Calle 19, veía ejemplares viejos en ese entonces -entre los años 2009 y 2010- de los años 2005, 2006 y 2007 de la revista El Malpensante. Allí pude saber de la existencia de autores como Emil Cioran o saber de Edward Luttwak. Y, sumado al baño de realidad de conocer rápidamente la decepción del infantilismo romántico de saber el cómo es el círculo vicioso de la izquierda universitaria en la educación pública, al abrazar el anticomunismo como modus vivendi y un faro de acción transversal política y jurídica en medio de tanta ceguera, ví en los países de la Europa Oriental el faro de países que vivieron y derrotaron a ese flagelo.
Proyección de “Trains” (2024) en la Universidad Santo Tomás Bogotá. Foto: Embajada de Polonia en Colombia.
Por esa razón, países como Eslovenia, Rumanía, Hungría y Polonia suman algo muy especial para mí y en los últimos años, sobre todo en este 2025 que acaba estoy muy feliz por haber sido el año más prolífico en la faceta de la crítica de cine, no solamente como un espacio de dedicación del análisis y opinión, sino como un camino adecuado para escuchar a las voces de maestros para hacer cine. Luis Ospina (1949-2019) decía que para aprender cine solamente se puede hacer de dos formas: viendo cine y haciendo cine. Y espacios como los conversatorios y exhibiciones del Festival de Cine de Bogotá que es un patrimonio de nuestra ciudad y de Colombia, a través de aliados como el cuerpo diplomático de países amigos y aliados es sorprendente.
UN VIAJE EN TREN HACIA LA MEMORIA
Una película que es rara y fascinante. Fue arte puro -por eso su edición y producción tomó más de diez años-. En palabras del maestro y crítico de cine más importante de Colombia Mauricio Laurens en su introducción a la semblanza del aporte de Polonia al cine universal, decía que una película que los primeros veinte minutos son la escena del ensamblaje de un tren, es el camino que apenas comienza en mostrar no solamente la evolución histórica evidente de escenas políticas, deportivas, de avances técnicos muy rápidos que se dan en un lapso muy pequeño en términos históricos como son sesenta años, pero que tuvieron mucha más incidencia en el cambio del orden mundial de la humanidad, más que siglos y milenios enteros pasados.
Proyección de “Trains” (2024) en la Universidad Santo Tomás Bogotá. Foto: Embajada de Polonia en Colombia.
Pero de los puntos más interesantes es ver la evolución y facetas de las mujeres, de la diversión, de la niñez, de las clases sociales en tiempos de paz y de guerra -lo más abundante en el período de la película-, donde se evidencia que junto al progreso se afianzan las desigualdades, y los cambios bruscos, como se dice “lo descosido lo rompen”.
Posteriormente, en el conversatorio, se evidenció que Colombia sí ha tenido, pese a su discontinua historia férrea, pero muy importante, cómo ha habido episodios no solamente de conectividad y desarrollo industrial, sino de escenas poco conocidas pero tristes relacionada con nuestro Conflicto Armado Interno como fue el reclutamiento forzado de personas humildes y la persecución de directivos y militantes liberales para ser enviados a la Guerra de Corea (1950-1951). Las voces de expertos como el reconocido curador de archivo fílmico Rito Alberto Torres, el dramaturgo Humberto Dorado, entre otros asistentes ha sido muy enriquecedora, sobre todo por el conocimiento y experiencias del pueblo polaco.
RESEÑA OFICIAL
TÍTULO: Trains (Trenes)
Director: Maciej J. Drygas
País: Polonia-Estonia (coproducción de edición)
Duración: 1:30 min
Año: 2024
Género: Documental social
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