“Los países de la OCDE en el 2017 pueden recuperar el nivel de empleo que perdieron en el 2007 cuando comenzó la crisis. Pero España, Grecia e Irlanda no están entre ellos, sino que están en peligro de caer en recesión. Incluso, hay riesgo de que no lo consigan antes de una nueva oleada de la misma” Perspectiva de empleo, 2016.
El término en sí es sinónimo de desgracia. De falla. Del “pero” que dista lo que sé es de lo que se pudo ser.
Ha afectado a muchos al transcurrir el tiempo, y aunque sus causas se adjudican en diferentes caminos, el desenlace es potencialmente agresivo por igual.
Más de 7 años de depresión económica: Origen
Se extiende desde los fallos en la regulación económica hasta delitos cometidos por bancos y sobre-valorización de productos. No obstante, es de importancia destacar que el problema central resulto de una serie de acontecimientos bancarios en Estados Unidos ya hace algunos años.
Se había planteado un capitalismo financiero internacional y global técnicamente insostenible, pues formulaba que toda la economía pasara a depender de la valorización de cualquier activo empresarial.
Este modelo tiene, como podemos ver en “La crisis económica europea: Problema político” de Manuel Castells, tres rasgos característicos en su metodología:
-Desregularización y liberación de los mercados e instituciones financieras llevadas a cabo por los gobiernos.
-Transformación tecnológica de las finanzas con la constitución de un mercado financiero global articulado mediante redes informáticas
-La nueva acumulación de capital se produce en los países emergentes y los productores de energía.
Después de todo fue una reacción cadena, en realidad. Al ralentizarse el flujo económico en el país, se les fue impedido a los propietarios americanos el reembolso de las hipotecas mismas que significaban ganancias a países relacionados, entre ellos, gran parte de Europa. El erróneo manejo da como consecuencia la quiebra de Lehman Brothers, uno de los cuatro bancos más importantes y poderosos del mundo.
Una alarma se había encendido en el campo económico.
Fue entonces cuando el Banco Central Europeo, incapaz de prever la crisis -puesto que gran parte de sus inversiones eran relacionadas con tratos estadounidenses-, toma las primeras medidas con retraso; desencadenando el problema en totalidad a falta de agilidad.
Viendo la situación compleja, bancos de muchos países acudieron a su ayuda. Sin embargo, en algunos causó incluso un efecto rebote: Irlanda quedó a poco de una quiebra total y Grecia, devastado.
La afectación resaltó de manera proporcional a la dependencia del país en cuestión, lo cual explica por qué determinados países tuvieron un deterioro extremo.
Plan de la unión europea para salir de crisis
De acuerdo al argumento de la canciller alemana Angela Merkel, los líderes planean fortalecer el Banco de Inversión Europea. “Los países ya pueden utilizar los fondos estructurales de manera más flexible para ayudar a las pequeñas y medianas empresas. A cambio, los estados deben cumplir con estrictas normas para la estabilidad presupuestaria” declaró.
Desde un punto de vista más extenso y revisando sus consecuencias a futuro, no parece más que una estrategia al azar de un grupo mandatario desesperado a un pueblo desesperado.
Los préstamos sólo desdibujan la crisis, pero no la terminan. No es simplemente cuestión de prestar dinero y hacer unas cuantas órdenes para poder llegar a un desarrollo óptimo e integral del ámbito económico, va más allá, dirigido a lo humano.
A ese punto donde con ayuda mutua se fortalecen los países y salen adelante. Donde la inteligencia colectiva puede disminuir las actitudes violentas como intención de generar cambios.
Es por eso que se necesita revisar exhaustivamente cada movimiento.
Otra falla con tal potencialidad podría representar terribles repercusiones en Europa, y posiblemente en todo el mundo.