Ubicado en la ladera occidental, en los límites entre Medellín y Bello, Nuevo Jerusalén es uno de los asentamientos informales más grandes de Colombia. Su crecimiento ha sido notable, como lo demuestra un análisis satelital realizado con la herramienta Open Buildings 2.5D de Google Research y el satélite Sentinel-2. Este estudio reveló un incremento del 72.42% en el número de edificaciones entre 2016 y 2023, alcanzando su punto máximo en 2022 con 6,910 construcciones.
Este crecimiento urbano desregulado se desarrolla en terrenos montañosos, donde predominan caminos de tierra y viviendas improvisadas. Los motorratones, el único medio de transporte disponible, reflejan la limitada accesibilidad al barrio. A pesar de su rápida expansión, Nuevo Jerusalén sigue sin contar con servicios esenciales como agua potable, alcantarillado y recolección de basuras, lo que plantea importantes desafíos para la sostenibilidad de este asentamiento.
Aunque en 2022 se implementó el servicio de energía prepago en algunas áreas del barrio, otros servicios públicos fundamentales siguen sin estar presentes. El análisis satelital resalta la magnitud de este crecimiento descontrolado, evidenciando la falta de planificación urbana y la carencia de infraestructuras básicas que acompañen esta expansión.
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