“Así es como deberíamos ver la confianza, no solo como una característica, sino como una habilidad para crear lo que no imaginábamos como sociedad.”
Uno de los temas que más me apasiona, después del servicio a los demás, es la confianza pública. No solo porque mi carrera toca este tema, sino porque la base de nuestro crecimiento como sociedad es la confianza que tenemos en el otro, hoy en día es muy común escuchar que no confiamos en los demás, debido a acciones que solo benefician de manera individual, entonces tengamos una tertulia sobre la confianza, preguntémonos qué necesitamos como sociedad para reconstruirla en tiempos donde debemos estar más unidos para afrontar nuevos retos, reflexionemos sobre cómo contribuimos a esa confianza colectiva a través de pequeños actos diarios.
En mi carrera que es contaduría pública, cuando hablamos de confianza pública, nos referimos a la confianza que deposita en nosotros cualquier persona como profesionales de la información financiera y en cómo hacemos que esta información sea verídica y relevante para la toma de decisiones ya sea de una persona natural o jurídica, siempre nos tomamos enserio la tarea para cumplir con ese propósito. (Es una de las cosas más emocionantes de mi carrera) Pero más allá de lo financiero, mi profesión investiga algo más profundo y humano, que es la vulnerabilidad del otro cuando no sabe cómo materializar una información en algo relevante, y precisamente la confianza se trata de eso, de ser vulnerables con el otro, de aceptar que no tenemos ciertas habilidades o características para realizar una labor o crear algo. Así es como deberíamos ver la confianza, no solo como una característica, sino como una habilidad para crear lo que no imaginábamos como sociedad. Porque lo más difícil de ejecutar un proyecto no son los recursos, sino creer que es posible hacerlo.
Si miramos la historia de la humanidad, podemos ver que siempre hemos necesitado del otro para crecer como especie, y que todo lo que hemos creado hasta ahora ha sido gracias a que una comunidad ha permitido confiar en ese nuevo conocimiento. Hoy, a pesar de que como seres humanos hemos realizado acciones que desacreditan la confianza, debemos perseverar y cultivarla, no solo con frases como “confía en mí”, sino con acciones que nos permitan confiar y ser vulnerables frente a los demás.
En una de las sesiones de un diplomado de liderazgo público, el secretario de cultura Santiago Silva nos dijo que los seres humanos nos comportamos como vemos que otros se comportan. Así que, si practicamos pequeñas acciones que consolidan la confianza, podemos lograr una mejor confianza como sociedad y permitirnos confiar y ser vulnerables frente al otro.
Empecemos a cultivarnos en pequeñas acciones que nos hacen seres confiables, hagamos acciones como ser personas que cumplen su palabra, tratar a los demás como nos gustaría ser tratados, ser vulnerables con los demás y permitir que ellos sean vulnerables con nosotros, y estar dispuestos a dar y recibir. Siempre con una mirada comprensiva, una escucha profunda y una palabra bondadosa.
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