Los comportamientos de la clase política siempre son el reflejo de las sociedades de los países. El estado del orden público e incluso de la limpieza y dignidad de la infraestructura y espacio público refleja el orden ( o desorden) mental de los mandatarios. Los descaches del Ejecutivo Nacional en su comunicación proviene de errores, legitimados o pasados por alto por el sectarismo, que no es más que la máscara del arribismo, el resentimiento y la mala fe. Pero los de la Oposición, también. Los lenguajes incendiarios son manejados no solamente por los medios hegemónicos o corporativos, sino por los que replican sus lógicas bajo un barniz aparente de “independencia”, degradando nuevas tareas y enfoques del arte y disciplina que es la Comunicación. Todo lo anterior, está en el deporte nacional de opinar sobre los problemas, riqueza y vida de los otros, ignorando por completo la nuestra, y eso se refleja en la preocupación de la Administración actual en sobreexponer a Gaza, silenciar a Ucrania y en dar poses de liderazgo mundial como ha sucedido en las pasadas elecciones parlamentarias francesas donde ha ganado la coalición de izquierda radical, que simplemente posterga una realidad irrefutable: Occidente acudirá a soluciones extremas para no morir como civilización.
“Que la revolución francesa fuese esencialmente un fenómeno religioso sólo lo vieron con claridad Joseph de Maistre y Michelet”
“Salvo en los primeros momentos de entusiasmo revolucionario, la mayoría de la población, en todo país y en toda época, pertenecen a un centro-derecha”
“El izquierdista no tiene opiniones sino dogmas”
“El más convencido de los reaccionarios es el revolucionario arrepentido, es decir; el que ha conocido la realidad de los problemas y ha descubierto la falsedad de las soluciones”
“El pintoresco traje de revolucionario se descolora insensiblemente en severo uniforme de policía”
“La mentira es la musa de las revoluciones; inspira sus programas, sus proclamaciones, sus panegíricos. Pero olvida amordazar a sus testigos”
“Los jóvenes no son necesariamente revolucionarios sino necesariamente dogmáticos”
“Las revoluciones no resuelven más problema que el problema económico de sus jefes”
Nicolás Gómez Dávila, filósofo y políglota colombiano. Cofundador de la Universidad de los Andes (1913-1994)
PREGUNTAS QUE UNO SE HACE…
No puede ser más muestra del ser pretencioso, o del cinismo más grande ocultando agendas, que opinar con sobre probada y auto infundida suficiencia sobre temas que es poco probable en su conocimiento. Un tweet muy conocido del canal de información oficial de facto que es la cuenta de X del Jefe de Estado salió el reciente pronunciamiento en favor de la izquierda francesa que gana las elecciones parlamentarias en Francia el pasado 7 de julio:
““Siempre en los momentos más tristes de la humanidad, la Humanidad reacciona. Esta es la Revolución mundial por la Vida; Libertad, igualdad y Fraternidad. Vivre La France”.
¿Alguien que estudie francés no sabe la diferencia entre «vive» (Viva, vivo) y «Vivre» (verbo vivir en infinitivo)?
¿Decir «Viva Francia» es lo mismo que «Vivir Francia», «Vivir la Francia» o «Vivir Francia»?
El problema con este tipo de personas, es que son los máximos ejecutores de falsas premisas y pésimo uso de los idiomas -su brutalidad supera la realidad del maltrato a nuestro idioma-, es una de las más delicadas situaciones que empoderan las narrativas que enfatizan el divorcio de la política, la administración pública y la vida cotidiana de la ética.
Solamente esto me recuerda el escenario arribista con el que convivimos en un paseo cotidiano lineal desde el centro de Chapinero hasta El Nogal, donde vemos gente más criolla que nosotros, que el destino ha convertido en oficinistas arribistas o estudiantes gomelos de ICETEX a gritar en favor del Real Madrid, el Barcelona, Liverpool o Manchester…¿Será que en Madrid o Londres gritan así por el Atlético Bucaramanga, el Junior, Millonarios, Santa Fe o el América? (Lo dice alguien que no es anti fútbol).
Por eso, nuestras élites son la muestra de nuestro arribismo como identidad cultural: Santos, Duque y el gobierno actual son esa secuencia…mentir, inventar y falsear la realidad y hacer que otros crean con la misma fuerza, la mentira con la que me engaño a mi mismo…
¿ASUSTADOS?
Las fechas de caos programado ya no están resultando. El 20 de julio, que cae sábado viene la acostumbrada delegación de saboteo de las fuerzas oficialistas que en otros años daban miedo y producían la fuerza del caos, pero que ya no…el intento de convertir la Universidad Nacional de Colombia en el epicentro de una Asamblea Nacional Constituyente espuria, rabalera y atrevida, resulta que se posterga para septiembre, haciendo “juntanza” con las agendas de vencimiento legal de las convenciones partidistas de las fuerzas políticas del país, y que también atañe a los que forman la coalición del Pacto Histórico. 14 y 15 de septiembre serán las fechas para las cuales se hacen reuniones, reuniones y más reuniones sin resultado alguno. ¿Le tienen miedo a su propio desorden? ¿A su propia improvisación?
Cuando uno hace algo indebido, el miedo se encuentra visible en las emociones más que de costumbre, pero con entrenamiento y cabeza fría se controla…pero el miedo sin motivo es imposible de disimular…y eso es lo que tienen en cada sector de los que hoy ostentan el poder, pero que no saben qué hacer con él…y con las exigencias de los chirretes que en toda fuerza política hay, de los hinchas fingidos, que exigen pero que no hacen nada ni por su progreso personal ni por la política (esos que llegan a los cuarenta acosando mujeres en redes, o a los ochenta viviendo de la caridad pública, los comparten uribismo, santismo, duquismo y peronismo por igual)…la mediocridad, el no cumplir con la condición de estado en términos cristianos, o con el cometido vivencial, es simplemente frustrante y lamentable.
PREGUNTA FINAL
¿Seguiremos permitiendo que Colombia siga siendo una sociedad enferma gobernada por una clase política sociópata y con evidentes tendencias psicópatas? ¿Despertaremos de una vez?
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