Recientemente, la Comuna 13 de Medellín ha sufrido una oleada de violencia que hasta el momento deja 48 muertes violentas, de las cuales, el 70% de las víctimas son jóvenes, 411 familias desplazadas y más de 220 detenidos en lo corrido del presente año.
Esta cadena de violencia se origina por dos enfrentamientos, el primero en San Javier, entre las estructuras criminales El Coco y La Agonía, mientras en Belencito Corazón, se enfrentan las bandas La Torre y Betania.
Detrás de estos enfrentamientos que dejan tras de sí muertos, desplazados, menores reclutados y dolor en nuestra ciudad, hay unos personajes que ya están presos, pero aún así, se disputan a sangre y fuego la renta criminal de Medellín.
El Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez ha manifestado que la estrategia de seguridad en esta zona de la ciudad es integral, y que no solo se ha basado en el pie de fuerza, sino también en la inversión social, ya que desde el 2016 hasta la fecha, se han invertido 534.562 millones de pesos; sin embargo, es evidente que esto no ha sido suficiente, puesto que en algunos casos los jóvenes parecen entregarse a estas estructuras criminales así la sociedad les ofrezca mejores opciones de vida.
Es muy triste saber que el talento y la vida de muchos de nuestros medellinenses se pierden en un conflicto urbano que solo alimenta la espiral de violencia; por eso es que debemos pensar, como sociedad, en una forma de revertir la escala de valores en algunas zonas de nuestra ciudad, que hacen ver al malo como el héroe y no existe respeto por la vida, pues no se evidencia su valor; y este es el contexto en el que los criminales terminan robándole la esperanza a nuestros jóvenes.
Debemos pensar, como sociedad, en una forma de revertir la escala de valores en algunas zonas de nuestra ciudad, que hacen ver al malo como el héroe y no existe respeto por la vida
También es necesario hacer un llamado a las autoridades nacionales, pues desmoraliza que los criminales, a pesar de estar presos, puedan seguir ejerciendo su poder, luchando por el control de la renta criminal y arrebatando vidas.
Comparto la visión del Alcalde Federico Gutiérrez, de entender que cada vida es sagrada, que debemos hacer todos los esfuerzos posibles por traer una verdadera paz a nuestra ciudad, y de no estigmatizar a la población de la Comuna 13, que es víctima de unos pocos que quieren sembrar el terror.
Medellín se ha transformado muchísimo; físicamente, en sus programas y en desarrollo institucional, pero muy poco en lo más importante: su ciudadanía y la construcción del capital social positivo.
Concluyo con esta reflexión: Medellín se ha transformado muchísimo; físicamente, en sus programas y en desarrollo institucional, pero muy poco en lo más importante: su ciudadanía y la construcción del capital social positivo.