Un ejercicio valioso para realizar en los próximos cuatro años, será el de revisar los indicadores económicos y su evolución entre el Gobierno entrante y el saliente; así mismo, analizar el comportamiento de los mercados, la Institucionalidad y la seguridad jurídica que se ofrezca, realizado de esta forma un debido ejercicio de control ciudadano y político, que nos permita conservar la democracia y la Institucionalidad.
En el marco de este ejercicio, se podrán evidenciar dos caminos, ambos diametralmente opuestos, el primero de ellos será el de mostrar un cambio real y favorable, que daría lugar a qué los 10.4 millones de votantes del candidato opositor debamos reconocer nuestro error; el cual sería no solo en términos de compresión de Colombia, sino también electorales y económicos; el segundo escenario, y para nada deseado, sería el de un decrecimiento en nuestra economía, pérdida de la Institucionalidad y la seguridad jurídica, ante este eventual escenario, la masa electoral hoy perdedora, tendremos el pleno derecho a ser fuertemente críticos y recordarle a los 50.7% de los votantes de esta segunda vuelta, el grave error que cometieron y como jugaron con el futuro, la seguridad jurídica y la economía nacional; sobre todo con el ejemplo fallido de políticas similares en el marco Latinoamericano no solo actual, sino de los últimos 30 años.
Es de resaltar que pese a las diferencias existentes entre el actual presidente electo y el gobierno saliente, se respetaron las garantías electorales, se dieron los resultados en tiempo récord; se entregó un Estado con una debida articulación entre el sector privado y público y la transición de mandato se está dando en forma pacífica, en el marco de una democracia.
Así mismo, los principales líderes de la derecha colombiana aceptaron los resultados, instaron al ejercicio del control político y disciplinario desde el marco Constitucional y las instituciones propias del Estado y no llamaron a un estallido social o protestas, esto pese a que claramente el 49.3% de la masa electoral no creemos en el modelo de estado, económico y social que propone el presidente electo.
Esperemos que en cuatro años el actual presidente electo entregué el poder con la misma facilidad, y respeto como lo está recibiendo. Que para ese momento exista división de poderes públicos y aún se conserve la sinergía entre el sector privado y el público; y sí en el eventual caso, la izquierda pierde las próximas elecciones, tengan así mismo la valentía de reconocer la derrota y luchar desde el marco Constitucional.
Esperemos que este gobierno entrante proteja, cuide y respete la Constitución de 1991, pues esta representa el mayor logro social de los últimos 50 años, y consagra un modelo de Estado social de derecho; de igual forma, entienda que cualquier cambio a nuestra Constitución generaría un inestabilidad jurídica, y crearía inseguridad desde el plano económico, así cómo social.
Los datos al cohorte de hoy son los siguientes:
Desempleo: 11.2%
Inflación: 9.07%
IPC: 0.84%
Pobreza monetaria 2021: 39.3%
Pobreza extrema 2021: 12.2
Primer trimestre 2022 crecimiento de la economía: 8.5%
Expectativas de Crecimiento del PIB 2022: 6.1%
PIB mayo 2022: 8.5%
Dólar hoy TRM: 3.905 COP
Euro hoy TRM: 4.113 COP
Tercer mes de 2022: exportaciones 4.968 millones USD incremento del 46.9% (comparando con el mismo mes del año anterior)
Índice de desarrollo humano (IDH) Nacionales Unidas: puesto 83
Ranking de los países para hacer negocios: puesto 69 de 190 países.
Ranking de percepción de corrupción: puesto 87 de 180 paises.
Libra de café: 3.00 USD
Petróleo: 120.88 USD/BARRIL
UVR: 307.81 (junio)
https://www.larepublica.co/indicadores-economicos
Por último y como ciudadano Colombiano que soy, no queda más que desearle éxitos al próximo presidente de Colombia, pues de su gestión depende el futuro no solo de los colombianos, sino también de todos los extranjeros que por «diversos» motivos han tenido que buscar en nuestro país un mejor futuro o un hogar.
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