Hace pocos días se dio a conocer el más reciente Democracy Index 2022, publicado por la Revista The Economist, en donde según datos entregados: tan sólo 24 países del mundo, es decir, el 8% de la población mundial vive en lo que se considera como “democracias plenas”.Para el caso de Colombia, fuimos incluidos en el rango de “democracias deficientes”.
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En el año 2019, en las últimas elecciones regionales, de 228 mil personas habilitadas para votar en Buenaventura apenas lo hicieron un poco más de 125 mil personas, es decir, más del 45% no votó, y en el año 2022, en las últimas elecciones legislativas podían votar 233 mil personas, de las cuales apenas se registró el voto de casi 80 mil ciudadanos, es decir, cerca del 66% de los sufragantes no ejercieron su derecho al voto. (Cifras oficiales entregadas por la Registraduría Nacional del Estado)
El escenario descrito anteriormente es el claro reflejo del estado crítico de nuestra democracia en el territorio o como lo han denominado “democracia deficiente”, puesto que la abstención de los Bonaverenses supera el 50%, lo que deja claro que a una porción significativa de sus habitantes no les interesa definir el futuro de la ciudad por medio del ejercicio al voto en las urnas.
Relacionado con el tema, hace algunos días atrás estuve recorriendo el centro y la zona comercial del puerto, en aquella visita, mientras degustaba una de las bebidas naturales que este lugar se comercializa, sin querer salto a la amena conversación el tema político, y en medio de posiciones y de actualidad del tema, me atreví a hacerle una pregunta a la señora Martha —vendedora informal quien minutos antes me había vendido el agua de coco que ya estaba a punto de acabarme— en torno a:
— ¿Si había o no ejercido su derecho al voto en las últimas elecciones?;
a lo que ella me respondió enseguida y sin dudar
— Si, siempre he votado, pero lo he hecho de manera desinformada; casi siempre por el que me han dicho.
La señora Martha que yo estimo tendría unos 40 años, y según lo que me hizo entender, toda su vida ha votado desinformada, sin conocimiento de causa y por el que le han dicho.
Analizando en conjunto todo lo anteriormente descrito y como habitante de mi querido puerto de Buenaventura, se hace necesario hacer un llamado a todos los candidatos que buscan en las próximas elecciones de octubre un espacio permitido por el sufragio popular a realizar una campaña no a ciegas; sino incentivado al voto en general y creando una ola de información responsable que permita al ciudadano votar con conocimiento de propuestas, de iniciativa a un programa de gobierno con visión de gestión y desarrollo por el amor a nuestra ciudad.
Un esfuerzo y un llamado contundente para todos, esto, para evitar tanto que a usted estimado lector, como a mí, no tengamos el mal guayabo posterior a las elecciones que deja el haber elegido a las carreras y sin conocimiento de causa.
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