Desde el inicio de la historia humana, la necesidad de dar más importancia a lo que nos diferencia sobre lo que nos hace “iguales” ha sido un factor del cual se alimentan ciertos egos, ya que sea por el idioma, la economía o simplemente una línea imaginaria que lo único que hace es alimentar una necesidad de sentirse mejor que el otro así sea argumentándose solo en que es de la orilla aparte de la del otro.
En la historia de la evolución humana siempre se entendió que la masa de movimiento humano se derivaba de factores de supervivencia, como lo pueden ser los climáticos, territoriales, entre muchas variables más.
Si algo nos enseña la historia humana es que somos la especie animal que gracias a su inteligencia se puede acoplar a cualquier entorno, se ha olvidado que nuestro superpoder es poder moldear el ambiente a nuestras necesidades, desde las pirámides y la civilización egipcia en medio de un desierto, hasta los olmecas sobreviviendo en selvas tropicales.
Somos una de las pocas especies que es capaz de apartarse muy rápidamente a cualquier dificultad que nos ponga la naturaleza o la vida en sí mismo.
Dejando esto claro y sumándolo a qué gracias al universo, mi existencia terrenal tiene como punto de inicio la capital de la República de Colombia. Sumado a una vida de constantes cambios de residencia y de paradigma cultural, me dieron las herramientas que a mi manera personal me dan varios puntos de inicio en no sé si es un tema de investigación o un sueño.
El entender porque vale más una diferencia a una igualdad es algo que no creo poder entender, pero la vida o el universo en su enorme sabiduría me hizo nacer y crecer en la cultura “COLOMBIANA” que si algo me siento orgulloso es que estando en el exterior, pude decir esto.
“LOS COLOMBIANOS SOMOS DE TODOS LOS COLORES”
Esto fue en respuesta aun comentario en el que me decían que por ser blanco y pelirrojo no podía ser colombiano. Y es en ese momento en el que me di cuenta de que la historia colombiana, además de ser un recordatorio de todo lo macabro que puede llegar a ser el ser humano.
También es un recordatorio de que no importa si naciste en la costa caribe, en los Andes, en las llanuras o en los valles, siempre que haya buenas personas y ganas de sobresalir.
Eres Colombiano
Más que una etiqueta de donde naciste, yo creo que el ser COLOMBIANO está en la sangre, en salir día a día a luchar, en ser más que los problemas y en entender que el control sobre la vida lo tiene uno mismo y ese regalo no se lo puede dar a nadie más.
LA VIDA ES TUYA Y SOLO TÚ SABES QUE ES LO QUE QUIERES.
En Colombia realmente no importa tu color de piel o tu apellido, lo que importa es la motivación y la buena persona que puedes ser.
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