Tenemos que dejar las ideologías políticas a un lado y ser pragmáticos. Colombia y Venezuela deben sentarse de inmediato a hacer negocios para reactivar la industria petrolera de la patria de Bolívar y así ayudar a los más de 3 millones de venezolanos que se encuentran en Colombia a regresar a su país, mejorar la economía de la región e influir en una negociación justa de Suramérica con el resto del mundo sobre la transición energética.
El Presidente Chávez le propuso hace muchos años al Presidente Uribe fusionar a Ecopetrol con PDVSA debido a que esto sería un gran negocio para las dos naciones por la capacidad de producción de Venezuela y la increíble posición estratégica de Colombia para refinarlo y exportarlo a través del océano pacifico a los grandes mercados asiáticos, pero este panorama de integración económica nunca se concretó. Lo que sí pasó es que Ecopetrol hizo enormes inversiones extranjeras para la producción petrolera que no le han producido ganancia efectiva al país y Venezuela a causa de las sanciones EEUU pasó de producir 3 millones de barriles de petróleo diarios a menos de 500.000 mil.
Sin embargo el contexto internacional nos obliga a pensar la necesidad de entablar negociaciones entre Bogotá y Caracas para que las dos economías acuerden un importante aumento de la producción petrolera en Venezuela con ayuda y tecnología de Ecopetrol mientras Colombia aprovecha sus influencias en Washington para influir en la política exterior de EEUU frente a Venezuela lo que podría derivar en una suspensión de las sanciones económicas.
Colombia se beneficiaría enormemente de esta integración económica ya que ayudaría a impulsar la economía venezolana en un contexto mundial marcado por las sanciones a Rusia y la necesidad de crudo de otras partes del mundo.
Esta estrategia económica además debería pasar por negociaciones con Venezuela para que diversifique su economía y encuentre otros medios de producción de riqueza que favorezcan el país y el pueblo además de plantear la transición energética y para que Colombia gane influencia internacional en las negociaciones sobre asuntos energéticos en los que nuestro país haga una profundización de su economía extractiva a diez años concentrando la mayor energía posible en explotar a su máximo nivel el carbón y los minerales fósiles de país hasta que las economías desarrolladas del mundo que siempre se han beneficiado de los combustibles fósiles empiecen a pagar mega-impuestos a los país con soberanía sobre la Amazonia para su protección y conservación por su importancia estratégica para reducir los efectos del cambio climático.
No existe mejor mediador que Colombia entre Venezuela y EEUU, por eso el Presidente Gustavo Petro tiene la gran oportunidad de ayudar a Venezuela a explotar sus 300 mil millones de barriles de petróleo, mientras que convierte al país en un importante actor internacional con la influencia de un líder latinoamericano en la toma de decisiones para la protección climática y el aprovechamiento del mercado internacional de los hidrocarburos hasta que se concreten los impuestos ambientales que beneficien a los pueblos latinoamericanos.
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