En la República de Aparentolandia, perdón, Colombia, es común y corriente que le den más despliegues a las reuniones sociales que al problema agrario; le dan más pantalla y fotos a Rosa Halub de Castro que a los líderes de restitución de tierras; de ahí a que este país inviable sea uno de los líderes mundiales en desigualdad social. Hace dos años aproximadamente, causó mayor sensación la mechoneada que una muchachita ahí le dio a un joven con problemas de identidad, cuando se encontraban en el frondio populista, perdón, un reality, o que dicen del famoso matrimonio de Carlos Vives y Margarita Rosa de Francisco, que se habló por lo menos un año antes del mismo, y el mismo tiempo después, ya estaban partiendo cobijas. O algo prehistórico; cuando Julio Cesar Turbay era presidente, hizo una peculiar reunión en Cúcuta, donde lo más notable fue que en medio de unos buenos tragos, se puso a bailar con unas muchachas, dando un espectáculo que fue la comidilla mayor de ese entonces, o la famosa foto de Álvaro Uribe en medias rotas, queriendo dar la impresión de ser un humilde pastorcillo, cuando en realidad, es otra persona. Se podría hablar mucho del estrato 1000 macondiano, pero ya habrá tema para otras columnas, y de ahí se eligieron tres ciudades que representan mejor el que dirán en la Zona de Confluencia Intertropical.
Arrancando con Cartagena. Para empezar, le hacen adoración a la India Catalina (incluso, los medios de comunicación bautizaron unos premios en su nombre), cuando ella en realidad traicionó a sus coterráneos, en favor de la barbarie española, como diría acertadamente, el Maestro Germán Arciniegas. Allá es más importante los conceptos de moda en el decaído Reinado Nacional de Belleza, incluyendo ciertas polémicas. A su clase dirigente le importa más quitarle las playas al municipio para dejárselas a supuestos empresarios, el sistema de transporte masivo anda cojineto (Transcaribe aún no despega), sus humedales se encuentran abandonados, ya que a sus alrededores viven los estratos más bajos, ah, y con el Túnel de Crespo….se quedaron con los crespos hechos.
Ay Manizales, sin alma, perdón, del alma. Hay una anécdota especial; cuando Amparo Grisales finalizó su exitosa serie “Los Pecados de Inés de Hinojosa”, fue invitada a participar en la Feria del año siguiente; pero sugirió un absurdo de la alta sociedad (sin tener autoridad moral); unos llamados “Caballeros de la Orden del Santo Sepulcro”, vetando su nombre por haber participado en una telenovela que supuestamente promocionaba los antivalores, que risa. Pero la cosa no pasó a mayores y Amparo sigue siendo Amparo. Pero esto muestra algo más; la hipocresía de la blanca sociedad manizalita, donde es más importante dárselas de españoles en plena Feria que apoyar el Festival de Teatro, el más antiguo de la Colombia Contemporánea. Al Parque de los Yarumos y al Pabellón del Pensamiento Zeri lo conocen más la gente de afuera que de la misma ciudad, siguen las polémicas acerca de los cuestionamientos medievales sobre el estilo de vida, pululan las cantinas en el centro, siguen libres quienes cometieron el Gran Robo a Caldas y lo siguen haciendo, ¿y Aeropasilla, perdón, Aerocafé? Quien sabe, porque el daño ambiental y sostenible se lo lleva el municipio de Palestina (Caldas).
Llega Popayán. La Ciudad Blanca, donde todos han sido bendecidos con el Alter Ego de Monseñor Samuel Silverio Buitrago (similar a Monseñor Builes, pero en los setentas y ochentas). Es más importante tener la peladura en el hombro por llevar a cuestas las estatuas de las procesiones de Semana Santa, que mirar los problemas que no solo hay en la ciudad, sino en sus alrededores; por ejemplo, la absurda propuesta de la Senadora Uribista Paloma Valencia sobre dividir el departamento así; Popayán para los blancos, el macizo a campesinos e indígenas (¿para dejar allá encerrados?), y el Pacífico para los afros (¿en medio del abandono y la desidia?). Así, es insostenible un país.
Pero la farándula y la apariencia crecen, con las nuevas ciudades colombianas, la primera Miami, donde los uribistas Andrés Felipe Arias y Luis Alfonso Hoyos, así como el Líder Supremo de Saludcoop (Carlos Palacino), se codean con el Team Party, así como con los cubanos anticastristas, y los ricachones venezolanos que quieren tumbar a Maduro sin tener en cuenta a Leopoldo Lopez y Lilian Tintori. Ni hablar de Ciudad de Panamá, el nuevo centro financiero colombiano, donde todos quieren aparecer en los Panama Pappers, que si bien no es delito en sí, es para admitir que le sacan el cuerpo a los tributos que el país necesita para sostenerse, aparentemente.
PD1: Belen de Bajirá, ¿muy blanca para el Chocó o muy negra para Antioquia?
PD2: Para ganar la presidencia en primera vuelta en el 2018, es necesario apoyar los diálogos de Paz con las Farc, y hacer que Uribe acate este trabajo hecho. Independiente de estar o no de acuerdo con sus posiciones, solo se ven tres personas capaces para esto: Germán Vargas, Sergio Fajardo e Ingrid Betancourt.
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