El acceso de la República Popular China, segunda economía mundial por PIB, a la OMC en 2001, estuvo condicionada al cambio del gigante asiático de una economía centralizada a una economía de mercado, con un plazo para revaluar su situación, el cual finalizará el próximo 11 de diciembre de 2016. El reconocimiento de un estatus de mercado bloquearía diversas herramientas utilizadas en la actualidad por países desarrollados para frenar la importación de productos chinos más asequibles.
Para pertenecer a la Organización Mundial de Comercio (OMC), organización que promueve las reglas de juego en el comercio internacional, es necesario que cada país sea reconocido como economía de mercado con el fin de promover la competencia y prevenir beneficios exclusivos a unos pocos, evitando las desventajas en la competencia internacional por el comercio y mercados internacionales. Los países que solicitan su aceptación deben someterse a los filtros de los demás países miembros, donde según la política interna dan o no su aprobación al país postulante.
Según la Unión Europea, en representación de todos sus miembros frente en la OMC y tiene poder de voto, para que a un país se le conceda el estatus de economía de mercado, este debe cumplir con criterios como: baja influencia gubernamental en las empresas, marco legal fuerte de derechos de propiedad, sector financiero real, entrada libre de capitales y derecho societario. Según la Unión Europea, al igual que otros países miembros de la OMC como Estados Unidos, Canadá y Japón que poseen requisitos similares, hasta el momento China no ha logrado superar los criterios.
Uno de los factores que ha sido más fuertemente criticado de China son sus políticas de dumping, que consiste en vender por debajo de los costos con el fin de acabar con la competencia. En la actualidad, el estatus de la economía china permite a los demás países sancionar a los productos chinos que consideren dumping con diversas medidas, principalmente arancelarias, pero en caso de China sea aceptado como una economía de mercado, algunas de estas medidas no podrían ser utilizadas. Esta situación es la que mayor temor genera en la oposición, pues una entrada de productos chinos sin restricciones a sus mercados afectaría profundamente sus industrias locales.
A las críticas de los países opositores a recibir a China se suman la ayuda y subsidios que brinda el gobierno chino a sus industrias, poniendo en desventaja a los demás países, y el bajo costo de la mano de obra.
Apoyando la entrada de China se encuentran Brasil, Argentina, Perú, Chile, Australia, Noruega, Suiza y Rusia, los cuales ya le concedieron el estatus de economía de mercado a China. Estos países consideran que la inversión china en sus países, junto con la exportación de materias primas al país asiático, puede ser un elemento favorable y fundamental para el crecimiento de su economía.
La comunidad china no esperó, y en su defensa debatió diversas ideas muy arraigadas en los países occidentales, pero que a su parecer no son verdaderas. Entre su defensa resaltan el cambio en el país hacia una mayor libertad económica que en los últimos años ha significado la creación de más de 9 millones de empresas privadas, y 36 millones de negocios de propiedad individual que proporcionan el 80% del empleo en China. Además, China y otros países siguen recalcando que la falta de apoyo a su ingreso se basa en la fuerte influencia de lobby y sindicatos que temen la entrada de competidores.
Aún con una fuerte defensa china, el cambio de su condición para el 11 de diciembre es poco probable, ya que a pesar de su avance hacia una verdadera economía de mercado, el gobierno sigue teniendo gran influencia en 99 de las 100 mayores empresas privadas, y las empresas estatales aportan el 40% del PIB chino.
Sin embargo, si China demuestra que su panorama económico está cambiando, en un mediano o largo plazo los países desarrollados no podrán frenar la competencia asiática con simple burocracia.
Cambio porcentual en las exportaciones chinas
Fuente: Bloomberg
Por: Santiago Castellanos Ríos en La Banca