CASO RIVER–BOCA

El pasado jueves 14 de mayo  La Bombonera fue testigo de lo que se esperaba un espectacular y emocionante clásico del fútbol argentino entre Boca juniors y River plate, pero debido a las circunstancias todo termino siendo un escenario de burlas para los buenos amantes del fútbol.

Antes de comenzar el segundo tiempo del partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores los jugadores: Leonardo Ponzio, Gonzalo Martínez , Sebastián Driussi, Funes Mori, Leonel Vangioni y Matías Kranevitter, fueron atacados brutalmente con gas pimienta mientras se disponían  a salir al campo de juego, donde las agresiones efectuadas contra los jugadores resultaron siendo quemaduras de primer grado causando fuertes irritaciones en ojos, hombros y cara de los jugadores.

Durante todo este caos se decide interrumpir el partido mientras los jueces consideraban la decisión más justa ante tal vergonzoso y cobarde acto, así, se decide la suspensión del partido ante la notable dificultad de los jugadores para continuar, entonces, para concluir  la noche en el campo se notó la presencia de un drone que se paseaba por todo el escenario deportivo con un fantasma que llevaba en su pecho la letra B haciendo referencia al descenso de los millonarios en años anteriores,   lo cual dejo sin palabras a la prensa y más aún al propio presidente de River  Rodolfo D’Onofrio.

Así, la CONMEBOL decide darle la victoria a River, decisión que elimina a Boca de la Copa Libertadores, más la imposición de una multa a boca de 200.00 dólares y la suspensión del estadio La Bombonera por los próximos cuatros partidos internacionales; esta decisión para muchos ha sido arbitraria e injusta como para Rodolfo Arruabarrena técnico de boca,  quien se llena afirmando que River se aprovechó de la situación para sacar la mejor porción de este suceso, y más aún considera anti-deportiva la decisión por no darle la oportunidad de terminar el encuentro.

Sin embargo la cadena Televisa en los últimos días revela una serie de grabaciones donde alias  “el panadero” reconoce su protagonismo en el ataque a River, donde se cree que salió de las instalaciones deportivas evadiendo los controles de seguridad  con ayuda de alguien dentro de las instituciones encargadas de la seguridad, esta es la hipótesis que maneja el fiscal argentino Daniel Pablosky y la prensa local. Además en los últimos días múltiples periódicos del mundo han llegado a conclusiones como la posible participación indirecta de actores políticos como Mauricio Macri quien no es partidario de la actual presidenta Cristina Fernández, Macri se relaciona con Boca dado que Daniel Angelici actual presidente de Boca  y vicepresidente de la Asociación  del Futbol Argentino (AFA) es uno de sus más cercamos hombres y todo esto se alinea dado que este año hay elecciones presidenciales en el club y en Argentina; así este impacto negativo hacia Macri y Angelici la pagaran caro en las posiciones políticas del pueblo argentino y de los jefes administrativos de Boca, esto recalcando que el fútbol en argentina siempre se ha convertido en un motor y creador de legitimidad y confianza hacia el gobierno e instituciones públicas, pero también se ve sospechoso la falta de seguridad durante el evento deportivo que estaba a cargo Sergio Berni funcionario de Fernández.

Así, en los últimos días se ha visto como las acusaciones hacia la seguridad que debía tener el evento recaen sobre Boca, la AFA y la policía; pero este evento simplemente ha sido un trampolín para  todos los políticos oportunistas que no les ha de doler el buen nombre del fútbol argentino, si no, simplemente tratan de buscar culpables para subir en las encuestas y tener una mayor popularidad ante las barras que son masas importantes dentro del territorio argentino, sin dejar a un lado la problemática  de desórdenes, violencias y mafias que ha llevado La Doce (barra de boca) durante los últimos años, que al parecer a nadie le ha importado dado que todos reciben una tajada de queso como ratas vestidas de saco y corbata.

Entre tanto, es más que obvio que las sanciones duras a los clubes deben ser necesarias, no solo porque sea Boca sino a cualquier club que no sea capaz de controlar y crear sapiencia deportiva dentro de sus estadios, y más porque esto es muestra de  la falta de educación, cultura y control de parte de las administraciones institucionales. Y simplemente no podemos tolerar estos actos de violencia dentro del campo de juego, es un estadio de fútbol no un coliseo donde nuestros jugadores se van a la suerte a esperar si alguno llega vivo.  Así, lo que paso el jueves pasado simplemente da muestra de una hinchada con falta de valores, valores que Angelici ni el club han querido recuperar, y ni mencionar a la AFA que simplemente parece más una asociación  de mafiosos que cualquier otra cosa.

Aún así, da mucho que decir que los jugadores de boca no se acercaran ni siquiera a preguntar por sus contrincantes, pues solo Daniel Osvaldo tuvo la decencia de aproximarse a los jugadores de River mientras que el resto se marchaba como un grupo de malcriados. Y sobre las palabras de Rodolfo Arrubanera  donde afirma «los partidos se empiezan y se terminan adentro de la cancha», haciendo alusión a lo insatisfecho que se encuentra por las medidas impuestas por la CONMEBOL, pero yo opino, como se pretende continuar un partido donde no hay garantías, donde se atentan contra los jugadores y más aún como se va a dejar pasar un incidente de tal magnitud que simplemente viola todos los valores que profesa la AFA y las autoridades deportivas tales como la FIFA.

Por último, Solamente nos queda recobrar los valores perdidos en las hinchadas, en los equipos y en las mismas instituciones deportivas, el fútbol es un deporte no un negocio, ni mucho menos es un trampolín para políticos. Solamente podemos esperar que no sucedan más de estos eventos refugiados bajo el irrespeto y la estupidez.