Querida Alba.
Es imposible no pensar en Sergio durante todos estos días, la pregunta que me hago es ¿Cómo se podría estar sintiendo él en este momento? ¿Cómo se puede estar sintiendo un joven gay o una joven lesbiana estudiando en un Colegio de Colombia?
Sentiría que una parte de la sociedad no quiere que se exprese, que desarrolle su personalidad, que sea lo que quiere ser. Esa parte de la sociedad no le permite besar al que puede ser el amor de su vida en frente de niños, porque podría pervertirlos y llevarlos a un mundo inmoral y a un estilo de vida no apropiado, porque en el fondo, así no lo reconozcan, esa parte de la sociedad sigue pensando así de los Gays, las Lesbianas y los Transexuales.
Ese joven querida Alba tal vez no tenga la valentía que tuvo Sergio, y preferiría vivir oculto bajo una máscara de vergüenza porque ante cualquier expresión podría ser golpeado, maltratado, matoneado y como vimos en el caso de tu hijo, sancionado y expulsado de su colegio. Ese joven crecería lleno de vacíos y represiones que perjudicarían su bienestar, nuestra sociedad tal vez pueda perder un talento un líder, ese joven tal vez quiera dejar de vivir.
Como muchas veces te lo han dicho por todo el país Alba, nuestros Colegios Públicos y Privados, están llenos de muchos Sergio Urrego, esperando voces de aliento que les digan que “su sexualidad no es su pecado, sino su paraíso”.
En nuestros Colegios Alba como bien lo sabes tenemos Manuales de Convivencia que parecen códigos penales, que buscan sancionar una y otra vez a quien parezca diferente o se comporte diferente. Esos Manuales siguen poniendo por ejemplo el uso del uniforme por encima del Derecho a la Educación, siguen sancionando a quien tenga el pelo largo o use un piercing, porque es más importante verse bien que educarse.
La Corte ha dicho reiteradamente que no puede ponerse un Manual de Convivencia por encima del Derecho a la Educación, así que si decido ir con mis mechas sueltas, tatuarme o llenarme de piercing la cara, puedo hacerlo y ningún colegio, ninguno me podría negar la entrada, y menos sancionarme por ello. Y la corte también ha dicho que si soy gay, lesbiana o empiezo mi proceso de transición sexual, no se me puede sancionar por eso o por besar a ese niño o niña que me gusta.
Soy Gay Alba, y me costó mucho comprenderlo, vivirlo y defenderlo. Tenía miedo a muchas cosas, principalmente al rechazo por ser lo que quiero ser, pues cuando iba al Colegio me encontraba con un montón de hombres homofóbicos que te decían “Marica” o te pegaban si lo eras. ¿Qué sería de mi si el rector de mi colegio me hubiera dicho: “Sea Gay, pero sólo en su casa”?, me hubiera reprimido y nunca hubiera llegado a ser lo que soy.
Quienes pensamos que los cientos de miles jóvenes con identidad sexual diversa tienen derecho a expresarse libremente en la escuela, no tenemos buses, grandes tarimas, cientos de iglesias o un procurador haciendo campaña presidencial con el tema, pero tenemos AMOR, tenemos nuestra voz y la voluntad irrestricta de defender ésto en muchos espacios, porque los DERECHOS NO SE NEGOCIAN.
Personas como tú son nuestra inspiración Alba. Si pudiste sobreponerte a lo que pasó con Sergio y convertirte en una luchadora, nosotros también podemos hacerlo. Por la memoria de Sergio y por todos los jóvenes que en Colombia quieren amar libremente no nos callaremos, ni nos rendiremos.
Gracias por ser ejemplo, gracias por ser madre de muchos…
#DiversidadEnLaEscuela