Carta a mis padres uribistas

Madre, te he visto pelear con el sistema de salud por años, suplicar para que te den los medicamentos que necesitas tú y los tuyos. Te he visto llorar por la negligencia del Estado frente a esto, poner tutelas, conseguir contactos y derrumbarte preocupada por no saber qué más hacer.

Padre, madre, los vi preocupados cuando mi hermano ya estaba en edad de presentarse al ejército, todos sabíamos que era apto pero ustedes nunca quisieron que prestara servicio militar (fuera por voluntad o por obligación), y se rompieron la espalda consiguiendo casi cinco millones de pesos para pagar la libreta militar, la cual lograron conseguir solo mediante un tercero.

He escuchado por muchos años como conocidos suyos han sido víctimas de la guerra, he visto su tristeza al enterarse de que a manos de armados se ha apagado una nueva vida. He visto en sus ojos la ira renaciente cuando en las noticias anuncian un nuevo caso de batidas ilegales por parte del ejército, y su indignación manifestada en la frase de rutina «¡es el colmo!».

Me han hablado de sus amigos «humildes», esos de pocos recursos, con los que se criaron. Pero también me ha hablado su silencio, cuando en las noticias o por las redes aparece algún caso en el que atentan con los menos favorecidos. Sus lenguas felices alardeando de su amor por sus amigos, dejan de ser tan felices, pues sólo les duelen las cosas cuando los toca a ustedes o a los suyos, los ajenos poco importan.

Ahora los veo marchando, rasgándose las vestiduras por aquel que en su momento hizo con el país lo que quiso. Por el responsable de tus lágrimas, madre, cuando no te quieren dar los medicamentos que necesitas ni una buena calidad en la salud (por algo tendremos prepagada), ese mismo por el que sólo con tutelas puedes arreglar las cosas.

Veo sus publicaciones de «no impunidad», de aquel señor que tiene 9 personas de su circulo más cercano encarceladas, el mismo que hasta el 2013 tenía 276 solicitudes de investigación en la Comisión de Acusaciones del Congreso de la República, y quien reproduce el mensaje contra los diálogos con las FARC cuando él mismo los buscó realizar. Él que dice que el país se lo entregarán a asesinos después de tener a sus espaldas cientos de muertos.

Ustedes que se rompieron el lomo trabajando para pagar la libreta militar de su hijo, ¿apoyan otro medio siglo de guerra? Ustedes que han tenido que llorar cercanos, ¿siguen pensando que son mejores las armas que el diálogo?

Ustedes perdonarán, pero yo desde el otro lado, les digo que me duele con el alma su memoria, su conciencia y su falsa moral. Y que en la medida de lo posible, no esperen que sea como ustedes. Como ya les he dicho mucho, los decepcionaré a ustedes, pero no a mí.

 

Los sigo queriendo.

Alguien Más

Casi tan mujer como hombre ¿o a la inversa? Un seudónimo más de la red, un anónimo más en el mundo.

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