Medellín, 27 de abril de 2021
Carta abierta al Doctor Ricardo Posada
Decano Facultad de Medicina, Universidad CES
Con respecto a la investigación realizada por El Uniandino sobre los casos de abuso de poder, maltrato y acoso sexual en facultades de medicina y hospitales universitarios de Bogotá, Cali y Medellín, queremos citar las palabras de nuestro Decano, el Doctor Ricardo Posada, en donde manifiesta sobre los casos de acoso sexual que «es muy difícil de demostrar. Tiene que haber testigos, porque desde los inicios de la medicina se acusó a los médicos de abuso sexual y muchos de esos casos nunca se pudieron demostrar […] También hay estudiantes que pueden abusar de su atracción física para conseguir una nota«.
Como estudiantes de medicina de la Universidad CES rechazamos abiertamente estas palabras. Conocemos además el comunicado a la opinión pública emitido el día de hoy, 26 de abril de 2021, y consideramos de vital importancia hacer un llamado a la reflexión colectiva sobre el maltrato, abuso y acoso sexual universitario, en general. Especialmente considerando que en esta y otras universidades hay una carencia de disposición, normas, y procesos que permitan abordar los casos adecuadamente. Además, más allá del contexto, estas palabras no están alineadas con el respeto por los estudiantes y los docentes.
El acoso sexual no es un evento extraño en el día a día de nuestra facultad; sin embargo, el silencio generado por esa posición de las directivas, en donde las personas abusadas y acosadas tienen posibilidades mínimas de que se lleve un proceso disciplinario justo y no hay espacios ni conductos especiales que permitan la denuncia y análisis de estos casos, hace que los comportamientos evidentemente inadecuados de sus colegas, nuestros docentes, sean validados una y otra vez por la institución bajo la excusa de “aprendan sólo lo bueno y no repliquen lo malo”.
Es inaceptable que a una o un estudiante de medicina que decida hablar frente a alguna situación de acoso, abuso o maltrato, a pesar de estar sometido a la jerarquía tan rígida y unilateral que nuestro gremio ha construido y perpetuado, se le ponga en una posición de mentirosa o mentiroso en la que además debe presentar pruebas irrefutables de lo ocurrido. Permítannos entonces preguntar, ¿es necesario que las y los estudiantes de medicina de la Universidad CES estén acompañados permanentemente de uno de sus pares o en su defecto tener una grabadora de voz encendida todo el tiempo que asisten al hospital para lograr, al menos, cuestionar a un colega docente?
Uno de los principios fundamentales del derecho, especialmente sancionatorio, es la presunción de inocencia, desprendida del debido proceso. Ambas máximas son esenciales para la administración de justicia y para abordar casos de conductas reprochables como el maltrato, abuso o acoso sexual. Estas garantías y el principio de buena fe, cabe resaltar, obran en favor de la víctima y de las personas acusadas. No se presume la falsedad de una denuncia, ni la comisión del delito. El uso del principio de presunción de inocencia por parte del decano es contrario a su propósito último, la justicia.
Doctor, decir que una mujer abuse de su atracción física para conseguir una nota deja en evidencia un sesgo machista que ha sido usado históricamente para justificar violaciones a mujeres en sus distintas modalidades y que es ampliamente rechazado por la sociedad igualitaria que tanto nos esforzamos por construir. Incluso, de estarse refiriendo a estudiantes de otros géneros, se perpetúa una imagen de los docentes como personas incapaces de resistir tentaciones carnales, cuando muchos de ellos son adultos capaces, responsables, y correctos.
Deseo además llamarle la atención sobre lo siguiente; lo más valioso que tiene una institución de educación superior es la integridad académica y humana de sus estudiantes, egresados, y docentes, pues determina la calidad de la misma. Es justamente esto lo que usted pone en duda con sus palabras. La imagen que parece tener y transmitir de sus estudiantes coincide más con seres dispuestos a causar prejuicio a otros por tener una buena calificación, en lugar de profesionales de la salud íntegros con una vocación de servicio enfocada en los pacientes. Asimismo, la imagen de sus docentes que se entrevé en sus palabras es la de cómplices impunes, contra quienes no hay pruebas de culpabilidad, pero tampoco de inocencia. La relación entre docente y estudiante no es transaccional, es de formación continua y aprendizaje conjunto.
Así, le recuerdo que la Universidad CES tiene como visión al año 2030 que será “[…] reconocida por su compromiso con las personas, con la preservación del planeta y con la prosperidad del país”. No se puede contribuir a la prosperidad de un país desde una institución que de base defienda al abusador sobre el abusado dándole mayor credibilidad. El respeto, la ética y la honestidad son valores que sustentan a la Universidad CES y son valores que no se ven reflejados en sus declaraciones como directivo de esta.
Por todo lo anterior le quisiéramos solicitar, como estudiantes de medicina de la Universidad CES, que considere sus declaraciones como un error y se retracte de las mismas, pues sus palabras no representan a la institución que tanto apreciamos y que tanto impacto pueden tener en nuestra comunidad. Incluso si estas palabras han sido sacadas de contexto, la declaración sigue siendo contraria al ideal de la universidad.
Además, y ya para terminar, le quisiéramos, hacer una invitación para que la Universidad asuma un compromiso expreso con la igualdad entre hombres y mujeres, lo que implica un compromiso con la erradicación del acoso y el abuso sexual mediante un apropiado diagnóstico y la creación de una política clara con rutas de acceso definidas y funcionales para impactar en este tema que ha afectado y sigue afectando a muchas personas, especialmente mujeres. Esto se refleja en la creación de recursos, espacios y procesos que permitan abordar los casos respetando el debido proceso y priorizando la formación académica y humana de la comunidad universitaria.
Cordialmente,
Estudiantes de medicina, Universidad CES
Muy buena reflexión.
Es triste y desesperanzador que esto siga pasando en instituciones educativas y que la respuesta de directivos sea: “es muy difícil de demostrar”. Deja mucho que pensar y deja en duda lo que se esta promoviendo en el gremio. El abuso o la verdad?
Gracias, esta carta es una excelente representación de los estudiantes de la facultad
Muchas gracias por publicar esto, y aunque muchas personas piensen que fue escrita por personas externas a la universidad, los estudiantes sabemos que plasma claramente nuestro sentir ante esta situación.
Desesperanzador un comentario tan ligero en una persona con la responsabilidad de salvaguardar sus estudiantes , sin importar el género. Deja mucho que desear como decano. Por lo menos debería emplazar y plantar cara rechazando el acoso ,que es una realidad.