Candidato-presidente Santos, en estos casi cuatro años he sido un gran crítico de su gobierno. Los lectores de esta columna son testigos de la vehemencia de mis posiciones frente a su gestión, pues considero que usted se equivocó al desviar el camino que lo llevó al poder.
En esta campaña, la más triste y deplorable que yo recuerde, hemos visto de todo. Ataques de lado y lado, la política utilizada para destruir y no para servir. Quizá eso lo llevó a decir en un debate que el expresidente Uribe pretendía ser su titiritero, y al, por supuesto, recibir su negativa, empezaron los ataques a su gobierno. Estoy convencido de que ningún colombiano esperaba ni espera un presidente que sea el títere de nadie, solo esperamos que nos cumplan lo que nos prometen. En su caso, también esperábamos ver el carácter que nos mostró como Ministro de Defensa, pero lo que vimos, intempestivamente, fue un giro brusco y la decisión de gobernar con otras ideas.
Hoy usted tiene el 50 % de posibilidades de reelegirse. Su bandera de campaña, infortunadamente, es la paz, ese anhelo de millones de colombianos que se ha politizado y no ha permitido que se profundice en otros temas. ¡Grave error… No estoy de acuerdo con el proceso que se adelanta en La Habana con las Farc, con estos terroristas no se debe negociar nada diferente al lugar en el que van a entregar sus armas, los mapas de los campos minados y las rutas del narcotráfico, de lo contrario hablamos de concesiones inmerecidas. Ese proceso, para los colombianos de a pie, es una quimera que se alimenta de nuestra esperanza de un mejor país y es, precisamente, esa apuesta la que hoy le pasa factura.
Le reconozco, después de meditarlo profundamente, que haya tomado el riesgo de sentarse a negociar. Hizo una apuesta peligrosa y con un alto costo político (su no reelección quizás), sus cartas están sobre la mesa y hoy usted espera que los colombianos destapen su juego, el 15 de junio, para ver si gana o pierde.
Candidato-presidente Santos, quiero hacerle solo una pregunta: Si usted llega a ser reelegido, ¿cómo les garantizará a los colombianos, en caso de firmar un acuerdo definitivo, que las Farc, cuya costumbre es mentirle al país, cumplirán lo pactado, no habrá impunidad, se reconocerá a las víctimas y no habrá repetición?
Su respuesta es importante y quizás le sirva a muchos indecisos o que piensan votar en blanco (aunque en segunda vuelta signifique botar el voto), a inclinar la balanza hacia su lado. Quedamos atentos.
Por último: la próxima semana esta columna será una Carta abierta a Zuluaga.
@DiegoMorita
[author] [author_image timthumb=’on’]https://alponiente.com/wp-content/uploads/2013/07/Diego-Mora.jpg[/author_image] [author_info]Diego Mora Ariza Profesional en Comunicación y Relaciones Corporativas, aspirante a Magister en Comunicación, columnista de El Colombiano, Revista La Otra Esquina y bloguero de http://en500palabras.blogspot.com. Leer sus columnas.[/author_info] [/author]
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