“No sé si cuando lea esto años más tarde, el punto de mi vida sea lo que hoy quiero que sea, tal vez sea mejor, o tal vez la vida se haya encargado de enseñarme muchas más cosas para seguir preparándome.”
Esta semana, en medio del regreso a la universidad y todo el tema de volver a la rutina de estudios de mi carrera, una persona muy cercana a mi familia, me hizo el honor de ser parte de las personas que le entregarían una carta a su hijo para motivarlo a cumplir sus sueños.
La carta que le entregué a su hijo, me hizo darme cuenta de todo lo que he pasado en mi vida y de lo que yo quisiera recordar en un futuro, no solo para mi sino también para muchas personas que como yo, hemos construido lo que precisamente es el camino por el que andamos.
“Hola, tantos años después del día que decidí dejar escritas estas palabras que no son más que lo que me han mantenido en pie desde pequeña.
Hasta el día en que escribo esto puedo decir que nada ha sido fácil, lo que para mi es maravilloso, porque cuando construyes bajo la sombra del esfuerzo y los sacrificios, los resultados los valoras más y los sientes tan tuyos que nada en el mundo te quitará la felicidad del deber cumplido.
No sé si cuando lea esto años más tarde, el punto de mi vida sea lo que hoy quiero que sea, tal vez sea mejor, o tal vez la vida se haya encargado de enseñarme muchas más cosas para seguir preparándome.
Cuando lea esto, quiero recordar a quienes me inspiraron a seguir en los momentos en los que creí no poder más, porque sé que a lo largo de mi vida recordar su legado me seguirá manteniendo en pie, desde el cielo siguen siendo mi motivación y para el resto de mi vida serán los ángeles tal como lo fueron durante su instancia en la tierra.
A mi futuro yo le pido, que el miedo lo elimine del vocabulario de su vida, que aprenda a arriesgarse y a sentir que vivir la vida se trata de cumplir metas y hacerlas partes de mi trabajo diario. Le pido que viva la vida como si el último día se acercara, que no le tema a seguir soñando, aun cuando los años sigan avanzando su línea.
Quiero recordar que aprender es la base del día a día, que desde siempre aprendemos y que lo seguiremos haciendo hasta el último aliento de nuestra existencia, que aprendamos de lo bueno y lo malo, que no le tengamos miedo a equivocarnos sino a enamorarnos del error.
A mi futuro lo quiero con los sueños por el cielo pero los pies en la tierra, porque nadie alrededor de mi vida es mejor que yo, pero bajo ningún sentido alguien es menos que yo, todos en la vida somos parte de un rompecabezas perfecto donde cada pieza tiene su importancia y su misión, esa misión por la que debemos darle sentido a nuestra vida y hacerla mejor no solo por nosotros sino por quienes nos rodearon, rodean y rodearan a lo largo de nuestro camino.
Por último, mi frase favorita de toda la vida de Ralph Waldo Emerson: “Encontrar lo mejor en los demás; dejar el mundo un poco mejor, ya sea mediante un niño sano, un trozo de jardín o el rescate de un grupo social; saber que por lo menos una vida respiró mejor por haber vivido tú.”