Ya solo los que no le temen al ridículo afirman que con los Bonos Carrasquilla ganaron las dos partes, como se supone debe ser en los negocios correctos. Hace unos días, el ministro de Vivienda que calificó legalmente el programa se ratificó en que los bonos “fueron un fracaso” (Entrevista). Porque los municipios han pagado por intereses lo mismo que les prestaron, deben otra suma igual y no disfrutan de las obras ya canceladas ni tienen con qué hacerlas. Luego sí se empobrecieron. Peor, muy difícil. Y eso que el gobierno los “rescató” a un costo para los colombianos de 495 mil millones de pesos.
Carrasquilla y sus asociados ni siquiera actuaron como banqueros diligentes, preocupados por el éxito de los proyectos que financiaron. Porque se aprovecharon de que los municipios no pagarían los préstamos con la renta de las obras para las que los endeudaron, sino que los cancelaría el gobierno nacional con la plata del Sistema General de Participaciones (SGP), se construyeran o no acueductos y alcantarillados. ¡Desvergüenza total!
A los que sí les fue de maravillas fue a los que endeudaron a 117 municipios –¡86 por ciento entre los más pobres del país!– en 440 mil millones de pesos, con tasas de interés altísimas, a 19 años inmodificables, sin que los préstamos pudieran prepagarse y con otras condiciones leoninas que además empujaban a los alcaldes a que no hicieran las obras y se robaran la plata (Cláusula 8.1 den contrato entre municipios y prestamistas), como sucedió en grandes proporciones. A propósito, es falso que Ingecom aprobó los proyectos y le hizo interventoría a la ejecución de las obras.
Ante estos hechos irrefutables, los carrasquillistas callan o minimizan que el hoy ministro hubiera montado en #PanamáAntroFiscal una empresa –Navenby Investmen– con la que pudo ocultar por qué y cómo trajo la plata de Nueva York para montar el negocio y cuánto cobró por hacerlo. Y afirman que Carrasquilla fue un simple “asesor” de esta gran operación financiera, dándole a esa palabra la connotación de que apenas dio opiniones y no metió las manos en la masa. Falso. Porque se untó hasta los bigotes y se pagó duro por sus andanzas.
Como ministro de Hacienda, Carrasquilla cambió la Constitución y la ley para que el negocio pudiera montarse y, salido del gobierno pero violando sus inhabilidades, creó dos empresas para realizarlo, la ya mencionada en Panamá y Konfigura Capital en Colombia, asociándose en las dos con Andrés Flórez y Lía Hennan, ¡que habían sido sus subalternos en el Ministerio! Y en los prospectos para convencer alcaldes y prestamistas se enfatizó que Flórez y Carrasquilla venían del gobierno y que desde allí les iban a colaborar Luis Leguizamón y Yolanda Rueda (¿Quiénes participaron en los “Bonos Agua”?). Flórez actuó además como el Fideicomitente, el poderoso representante de los gringos inversionistas ante Alianza Fiduciaria, la entidad que colocaba los Bonos Carrasquilla, firmaba los contratos de los préstamos a los alcaldes e intermediaba la plata hacia los bonistas con la que el gobierno nacional pagaba las deudas de los municipios.
La parte fundamental y más difícil del negocio era sonsacarse alcaldes y concejales para que tomaran unos préstamos tan abusivos, para poder emitir los bonos a través de los cuales invertirían su plata los prestamistas. Es obvio que para conseguir a los 117 prestatarios tuvieron que moverse, pues nadie llega solito a negocios tan malos. Aunque el secretismo oculta mucho de lo ocurrido, ya Carrasquilla aceptó que persuadió a alcaldes y concejales, y el caso de Florencia, Caquetá, con documentos, prueba que sí colocó de esos empréstitos, intermediación que no se hace gratis. ¡Otros 116 papeles como estos deben existir! (Cartas entre Alcaldesa de Caquetá y ministro Carrasquilla). Y Carrasquilla le reconoció a Claudia Gurisatti que se ganó una “comisión”, una “prima de éxito” –figuras que no son propias de asesores sino de intermediarios–, de ocho mil millones de pesos, según él, el dos por ciento de los 440 mil millones de pesos colocados (Entrevista de Claudia Gurisatti a Alberto Carrasquilla), con lo que confiesa que Konfigura reclutó a todos los alcaldes.
¿Asesor? ¡Mamola! ¡Figura decisiva en todo el montaje del negociado! Banquero de Inversión Líder pueden llamarlo en el mundo de las finanzas o socio u asociado en el lenguaje corriente. Si muy mal quedó Iván Duque al nombrarlo, peor queda al defenderlo, y más al decir que Carrasquilla solo diseñó el negocio y que no cuadró a los alcaldes (Duque defiende a Carrasquilla).
Bogotá, 30 de septiembre de 2018.