Las instituciones tienen la posibilidad de atravesar el tiempo, más dependen de las prácticas humanas para existir y sostener en prestigio su vigencia.
Buen momento para creer y crear en el principio de la igualdad, ¡Súperpoderosas, a Ganar!
El fútbol, que bien atribuye el América de Cali como “La Pasión de un Pueblo”, y que provoca que en el Pascual Guerrero aclamen campeonas y campeones con estadio lleno, ejemplo perfecto de que acompañar la camiseta y la pecosa no tiene prejuicio, categoría ni género.
Ese deporte que se juega con un balón que pesa entre 14 y 16 onzas, pateado por 22 personas, dentro de un área entre los 90 y 120 metros de largo por unos entre 45 y 90 metros de ancho; representa una fiesta popular que integra en el talento a distintos mundos definidos por el poder y los mercados.
Canales regionales con gran audiencia como Teleantioquia están transmitiendo la Copa América Femenina, las redes sociales marcan tendencia de cuenta del nivel futbolístico que presentan las selecciones y particularmente nuestras compatriotas, consolidadas finalistas 2022; que están enseñando de disciplina, gallardía, equidad, dignidad e igualdad, a una sociedad cada vez más respetuosa de la vida y su magnífica diversidad.
En el país, mientras las tribunas de los estadios exigen a Dimayor que se realice la liga femenina de fútbol (I-II) en el año, en múltiples grupos organizados de la sociedad civil se dan a conocer recomendaciones de la Comisión de la Verdad que evidencian el ejercicio de violencia sexual sistemática sobre los cuerpos no masculinos.
No obstante, equipos a favor de la igualdad en todas las regiones de Colombia, lideresas como la Vice Daniela Maturana en el Ministerio del Deporte y guerreras de la paz que batallan por sus sueños en las canchas, están dando los primeros pasos sobre esos caminos que serán sendas de libertad para construir proyectos de vida que no se restrinjan a las personas en razón del sexo, la identidad de género y/o la orientación sexual.
Un mensaje potente para las niñas y las mujeres; hechos esperanzadores que señalan la ruptura del paradigma que pretende un orden social en el que cabe un “sexo débil”, utilizando dispositivos de manipulación mental para instalar techos de cristal y anclajes emocionales represivos que funcionan como pisos pegajosos.
Con el Decreto No. 1972 del año 1933, las mujeres en Colombia tuvimos la oportunidad de ingresar por primera vez a la secundaria y a las universidades, con el Decreto No. 941 de julio del 2022 se reglamentó la promoción y planificación del deporte femenino competitivo y de alto rendimiento. Estos actos de gobierno, como manifestación efectiva de la voluntad política del Estado en pro de constituir igualdad, reivindican el esfuerzo de muchísimas mujeres que desdibujaron sus ilusiones en pugna contra estructuras machistas que hoy, asistimos a ver en las tribunas y en las pantallas, se pintan de rosa gracias a la perseverancia que las honra ahora como legado en el fútbol tricolor.
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