El cantante y poeta estadounidense es el ganador del Premio Nobel de literatura 2016. Una noticia que toma por sorpresa a muchos, pero que alegra por montones a quienes la esperaron durante mucho tiempo. Sí, Bob Dylan, el trovador del siglo XX, ha entrado al Olimpo de las letras que ocupan otros compatriotas suyos como Ernest Hemingway o William Faulkner.
El anuncio lo hizo Sara Daniues, secretaria permanente de la Academia Sueca, a la 1:00 p.m., hora local de Estocolmo (Suecia). Respecto a los motivos que tuvo la Academia para darle al cantante tan máxima distinción literaria, Daniues aseguró que él creó “una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción”.
“Si miramos miles de años atrás, descubrimos a Homero y a Safo. Escribieron textos poéticos para ser escuchados e interpretados con instrumentos. Sucede lo mismo con Bob Dylan. Puede y debe ser leído. Es un gran poeta en la gran tradición poética inglesa”, agregó Daniues minutos después de anunciar el Premio.
Varios de los periodistas presentes en el recinto de la Academia Sueca aplaudieron con entusiasmo una vez conocieron tan importante noticia. No era para menos, la Academia hoy decidió reconocer el vasto legado de un hombre que con poesía cantó las luces y sombras de un siglo tan azaroso como el XX.
¿Quién es Bob Dylan?
Nacido en 1941 en la ciudad de Duluth (Minnessota, Estados Unidos) con el nombre de Robert Allen Zimmerman, Dylan, quien tomó su nombre artístico en homenaje al poeta Dylan Thomas, es considerado uno de los cantautores más prolíficos de la historia.
Autor de canciones como “Like a Rolling Stone”, “The Times They Are A Changin”, “Knockin’ on Heaven’s Door”, “Blowin’ in the Wind” y “Political World”, Dylan no sólo se destacó como exponente de la música folck y rock, sino también por darle a sus canciones un contenido político, social, filosófico y literario que iba en contravía de los dictámenes de una sociedad conservadora y de una usurera industria musical.
Irreverente, versátil, innovador y auténtico, Dylan tiene un lugar más que merecido en la historia de la música popular y desde hoy ha entrado a las páginas doradas de la literatura universal. Sus canciones son poemas sonoros, historias que se cantan y que al mismo tiempo revelan los sentimientos más profundos del ser humano.
Aunque muchos lo aclaman como el mensajero de más de cinco generaciones, Dylan no se asume como tal y es más bien discreto con los elogios. “Lo que espero es cantar lo que pienso y quizás evocar algo en los demás. No me insulte diciéndome que mis canciones tienen mensajes, sólo son conversaciones conmigo mismo”, dijo en alguna ocasión con ese desparpajo que tanto lo caracteriza.
Sin embargo, su mensaje ha calado en el tiempo y hoy no está de más escucharlo. Todas sus canciones, alegres, tristes, nostálgicas y mordaces, son la vida misma, la vida que se lee y se canta.