Aves migratorias conviven con Cerrejón

“No nos podemos dar el lujo de apostar sólo por una actividad económica como plantean el Secretario de Desarrollo Rural y el concejal de Támesis, menos cuando este municipio tiene una informalidad del 90%”.


Esta semana algunas personas publicaron en Twitter imágenes de un hermoso Gavilán Caracolero o Pico de Gancho que fue avistado en la vereda La Oculta en el municipio de Támesis, Suroeste antioqueño; justificaban que la biodiversidad en esa zona es única, por tanto, incompatible con otras industrias. Creen que no es posible coexistir y que sólo se puede desarrollar una actividad económica cuando hay múltiples posibilidades.

Uno de estos comentarios provino del Secretario de Desarrollo Rural y Medio Ambiente de Támesis, Andrés Escobar, quien dijo “(…) Sñres (sic) ANLA el 8 de mayo se hará (sic) Global Big Day Colombia y en Támesis han (sic) registrado múltiples aves aportando al evento mundial. Por favor Nieguen (sic) la licencia” (ver).

 

El concejal tamesino Sergio Ruiz también se pronunció: “En la Oculta Lodge (…) un huésped ha tomado esta hermosa foto (…) Sin duda alguna la biodiversidad de nuestra región es única. No al distrito minero en el Suroeste. Sí a la vida” (ver).

Como si estuvieran al tanto de las preocupaciones de estos tamesinos, al norte de Colombia, en La Guajira, Cerrejón le contaba al país que participaría por tercer año consecutivo del Global Big Day, el evento más grande del mundo de observación de aves. El Gerente de Gestión Ambiental de esta compañía minera, Luis Madriñán, arrojó unos datos interesantes: “en años anteriores hemos registrado 186 especies agrupadas en 18 órdenes y 50 familias registradas por tan sólo 5 observadores” (ver).

La propia empresa carbonífera afirmó que “protegemos más de 260 especies de aves en La Guajira de las cuales 38 son migratorias y 9 amenazadas. Estamos comprometidos con la conservación de la fauna nativa del bosque seco tropical en la región” (ver). Entre las especies que protege Cerrejón se encuentran el Toche, la Guacamaya Verde y el Cardenal Guajiro.

Estos hechos permiten sacar varias conclusiones: primero y como lo he venido diciendo en otros artículos, la minería bien hecha es compatible con otras vocaciones; segundo, la minería ayuda a fortalecer el capital natural de los territorios: especies de aves en vía de extinción ahora son protegidas por Cerrejón; tercero, se puede hacer turismo ecológico y minería: Cerrejón ha recuperado el bosque seco tropical de la Guajira y especies que habían desaparecido, antes de su presencia en el territorio, como el Jaguar, han regresado gracias a su gestión ambiental.

Hay personas que siguen pensando que la minería es devastación, pero cuando el trabajo se hace con profesionalismo y ética se demuestra que esta actividad no sólo genera empleos de calidad e ingresos económicos para el país; sino que también se convierte en una palanca para proteger la naturaleza. Para proteger hay que conocer, si algo caracteriza a las empresas mineras serias, es que estudian el más mínimo detalle de la zona que van a intervenir para luego saber cómo van a mitigar o compensar sus impactos. No dejan nada al azar. Cerrejón es sólo una muestra.

Considero que dada la actual coyuntura, donde los cinturones están apretados y el gobierno nacional pedalea a contracorriente por sacar adelante una reforma tributaria para buscar más recursos, no nos podemos dar el lujo de apostar sólo por una actividad económica como plantean el Secretario de Desarrollo Rural y el Concejal de Támesis; menos, cuando en este municipio, de acuerdo con el documento Támesis Guía Base para la Reactivación Económica (ver documento), elaborado el 27 de mayo de 2020, por la Universidad de Antioquia, con el apoyo del Idea y la Gobernación de Antioquia, con motivo de la crisis económica generada por el Covid-19, cuenta con una tasa de informalidad de casi el 90%. Se requieren más oportunidades y diversificar.

Desarrollar los proyectos mineros que están en la agenda del país, son una opción para reducir la informalidad, generar empleo de calidad, alivianar el estrés económico y proteger la naturaleza. Démonos la oportunidad.


*Empleado de Minera de Cobre Quebradona, mis opiniones no representan a la empresa para la que trabajo.

José María Dávila Román

Comunicador Social - Periodista de la UPB con Maestría en Gerencia para la Innovación Social y el Desarrollo Local de la Universidad Eafit. Creo que para dejar huella hay que tener pasión por lo que se hace y un propósito claro de por qué y para qué, hacemos lo que hacemos. Mi propósito es hacer historia desde donde esté, para construir un mundo mejor y dejar un legado de esperanza y optimismo para los que vienen detrás. Soy orgullosamente jericoano.

Nota al pie: El columnista tiene o ha tenido vinculación laboral con la minera AngloGold Ashanti. 

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